Desperdiciamos casi 1.230 millones de kilos de alimentos en 2017. Una cifra alta y evitable que equivale a 23 millones de kilos semanales. Pese a ello aumenta la sensibilización social y ganamos algo de eficiencia. En 2017 logramos una reducción del 5,7 por ciento en lo que tiramos a la basura, 74,5 millones de kilos menos y en los últimos cuatro años el desperdicio ha caído cerca de un 10 por ciento.

Casi 9 de cada 10 alimentos que acaban en nuestra basura se tiran tal cual, es decir sin procesar, sobre todo frutas verduras y pan, pero lo que más desperdiciamos son curiosamente las salsas, tiramos el 20 por ciento de lo comprado. Cuando cocinamos somos algo más eficientes pero todavía el 12 por ciento va al contenedor.

Para el ministro de Agricultura y Alimentación Luis Planas los datos reflejan “una concienciación de las familias pero aún nos queda mucho camino que recorrer para hacer un consumo más efectivo” algo que considera “interesante para la sociedad desde un punto de vista económico y ético”.

Dieta cada vez más saludable y sencilla

Mejora la composición de nuestra cesta de la compra, productos cada vez más saludables, más cercanos a la dieta mediterránea. Y es que según el “Informe del Consumo de Alimentación en España 2017” lo que más consumimos son verduras y hortalizas, 101 kilos por persona al año; seguidas por la fruta, que se come sobre todo en casa con 96 kilos anuales por persona y de la carne fresca con 42 kilos.

En cuanto a las bebidas, la preferida es el agua embotellada con casi 82 litros anuales por persona, seguida de las bebidas refrescantes con 49 litros, de la cerveza con 42 litros y del café con 23 litros por cabeza al año.

Además el panel de usos de los alimentos recoge cambios en los hábitos de consumo como la simplificación de los menús o la irrupción del desayuno salado.

Más gasto y al alza el presupuesto para comer y beber fuera de casa

En 2017 gastamos 102.584 millones de euros en nuestra alimentación lo que supone un 3,6 por ciento más fruto de la recuperación económica que supone un gasto medio de 2.525 euros por persona al año.

Un tercio de este presupuesto, 35.094 millones de euros corresponde a la alimentación fuera del hogar con un gasto medio de 1.300 euros por cabez al año. “Nos gusta salir y aumenta ese consumo fuera de casa en todos los estratos sociales” constata el ministro Planas.

A pesar de ello el 88 por ciento del consumo de alimentos se hace en los hogares y el 12 por ciento restante en el sector de la restauración.

Más compra online pero aún triunfa el supermercado

Casi uno de cada dos productos alimentarios los adquirimos en un supermercado. Pese a ello los hogares prefieren el comercio especializado para adquirir productos frescos. Y con alto potencial de desarrollo la compra online que es aún solo el 1,2 por ciento del volumen total de compras de la alimentación familiar.

Crecen el consumo de los platos preparados y cae el de pescado

Verduras, hortalizas y frutas son el 40 por ciento de nuestra compra pero fruto de la caída de la población y al aumento de los hogares unipersonales y pese a unos hábitos cada vez más saludables, el informe también recoge un aumento del consumo de platos preparados de casi el 5 por ciento, del aceite de girasol del 21 por ciento, del arroz, del 1,1 por ciento de las legumbres, casi el 5 por ciento y de la pasta casi un 3 por ciento.

A la baja en cambio en nuestros platos, el aceite de oliva, los mariscos y moluscos frescos, los pescados, las hortalizas frescas y alimentos básicos como el azúcar y el pan.

En el sector de las bebidas, crece el consumo de agua y de cerveza y cae el de bebidas refrescantes, zumos, néctares y las bebidas espirituosas así como los vinos.