Son espacios seguros para las mujeres en los grandes eventos, llevados a cabo por los colectivos feministas con el fin de denunciar los acosos y violencias físicas o bien pedir ayuda –tanto práctica como psicológica-. Asimismo, los puntos violeta también informan para prevenir contra las agresiones sexuales.

Estos puntos se encuentran instalados cada vez en más festivales y fiestas de nuestro país, donde buscan garantizar la seguridad de las mujeres y el disfrute de unas fiestas libres de comportamientos y agresiones sexistas. En los estands violeta se encuentra un equipo de profesionales especializados en psicología, profesionales del centro de Mujeres 24 horas y un equipo de voluntarias formado en este ámbito.

Nacen de la necesidad, puesto que hoy en día cualquier mujer puede llegar a informar de que no es necesario que haya alcohol de por medio que haya un abuso o agresión. Es de especial relevancia tener un lugar seguro donde puedan acudir las víctimas para desahogarse al narrar sus difíciles historias y así buscar un apoyo absoluto además de justicia.

Las primeras casetas de información sobre agresiones sexuales tuvieron lugar en los Sanfermines de 2015, y sucesivamente fueron abriéndose en otras ciudades de nuestro país, como en Bilbao, Madrid, Valencia, Barcelona –entre otras-. Aunque es cierto que hay ciudades como San Sebastián, Barcelona o Ciudad Real donde las campañas contra la violencia se trasladan hasta las discotecas y los bares nocturnos, con una duración anual. La principal función de los profesionales que se encuentran en ellas es asistir y asistir a las víctimas.