Tras un tumultuoso final de 2017, Podemos afronta este 2018 con el objetivo de pararse a pensar con perspectiva cómo ganar las próximas elecciones municipales y autonómicas de 2019 así como las generales de 2020. Con ese fin, Pablo Echenique está compartiendo con las bases su particular “manual de instrucciones. Organizarse para vencer”. Ese fue el título de la conferencia que, organizada por el Instituto 25M, ofreció junto a Noelia Vera en La Morada de Madrid.

En esa charla, el secretario de organización morado alertaba de tres grandes piedras en las que siguen tropezando a pesar de que saben que les hacen daño:

• La primera es que hablan “demasiado de burocracia interna”, de reglamentos, órganos del partido, procedimientos o fórmulas jurídicas. De forma gráfica, Echenique bromeaba con que ni siquiera él “que he estudiado física cuántica”, entiende algunos de los debates sobre sistemas electorales que proponen los círculos para las primarias. Tras definirse como “un poco friki de esos temas” calificaba de absurdo que todo el partido se dedique a eso. Y sobre todo, los militantes de base porque “el tiempo que están preocupados por esto, no lo están por los deshaucios o por echar a Rajoy. Esos debates no conectan con la gente y nos hace más difícil vencer”.
• En segundo lugar, aunque relacionado con lo anterior, Echenique lamentaba que hablen demasiado de Podemos. “Nos hacemos demasiadas preguntas existenciales sobre qué hacemos, qué somos o si nos estamos flagelando lo suficiente”. Y señalaba que “el tema más tóxico son las disputas internas”. No han cicatrizado aún algunas heridas de la batalla pre Vistalegre 2 ni mucho menos las abiertas en Cataluña con Dante Fachín o en Navarra donde el grupo parlamentario se ha dividido en dos bajo el control de los críticos con la dirección nacional. Por eso, Echenique avisaba de que tienen que “madurar como organización. Cada vez lo hacemos mejor, pero aún tenemos que aprender”. Y añadía que “si dedicamos mucho tiempo a buscar adversarios dentro, los de fuera van a acabar con nosotros”.
• Esos “los de fuera” son demasiado poderosos, según el secretario de organización morado, que les señalaba precisamente como el tercer obstáculo a sortear. “Tenemos que aprender a resistir los intentos externos para dividirnos y desmoralizarnos”. Según su análisis, siempre hay algún medio que “amplifica” cuando se dedican a hablar de temas burocráticos o de disputas internas y llegaba a la conclusión de que “a lo mejor es porque es un tema que no nos conviene”.

Por eso, Echenique llamaba la atención a los suyos de que “no puede ser que nos sigan engañando” con noticias como que estudian cambiarse el nombre o que Iglesias no es un buen candidato. Son falsas, decía, pero provocan un revuelo interno que hace que todo el partido se distraiga con ellas y no hablen de los problemas de los ciudadanos. Echenique admitía que “han conseguido desmoralizar a buena parte de nuestra gente, nos han metido un bicho” pero no hay motivos para ello.

Hecho el diagnóstico, Echenique explicaba sus tres recetas para no recaer:

• En primer lugar, recomendaba “desarrollar resistencia y paciencia” aunque eso tiene que ser “compatible con la prisa por ganar pronto” las elecciones.
• En segundo lugar, proponía “pensar en los demás, en los de afuera y los problemas de la gente” cuando “nos atasquemos en algún debate interno” porque “hay que ser útiles ahora, apoyar a los que lo están pasando mal hoy”.
• Y en tercer lugar, subrayaba la necesidad de “combatir la manipulación y el ruido”. En este asunto, lanzaba un consejo. No hay que limitarse a las redes sociales en las que Podemos se mueve con tanta comodidad, sino que deben recurrir también al “boca a boca. Convencer al que tenemos al lado porque a lo mejor le podemos hacer cambiar de opinión” para que les vote.