Se trata de una extraordinaria pieza de orfebrería compostelana del último gótico, fechable en el entorno del año 1500, procedente, originalmente, de la comunidad franciscana de Santiago, que la vendió en 1640 a la comunidad de Solovio. En ese momento, la pieza fue arreglada y limpiada y se llevarían a cabo algunas modificaciones, como la colocación del Cristo crucificado que preside su anverso. Actualmente, en los medallones situados a cada extremo, acompañan a Cristo: arriba, Santiago peregrino; abajo, la Resurrección de Lázaro; y, a los lados, San Francisco y San Buenaventura.

Por su parte, el reverso, está presidido por la imagen de la Virgen con el Niño, acompañada de ángeles turiferarios a los lados, San Antonio abajo y Santa María Salomé arriba. También destaca su macolla hexagonal con nudo de castillete.

La Cruz procesional de San Fiz se expone al público en una vitrina del Tesoro – Capilla de San Fernando, uno de los espacios que integran el Museo Catedral, junto a otras destacadas muestras de orfebrería de las colecciones catedralicias.