El supremo desestima de esta forma el recurso presentado por el gobierno de Cantabria y ratifica la sentencia del Tribunal Superior de justicia de Cantabria de 2016 que obligaba al servicio cántabro de salud al pago de esa indemnización. La sentencia destaca que las pruebas presentadas por la demandante son suficientes para aprobar su teoría sobre el origen de la parálisis cerebral de su hijo.
La sala asegura que durante el parto del niño, la cesárea no se practico dentro del tiempo establecido por el protocolo y se hizo finalmente por la aparición de una braquicardia. Finalmente esto fue lo que provoco la parálisis cerebral del niño.
A la vista de estas pruebas el servicio cántabro de salud tendrá que pagar a la madre y al niño una indemnización de mas de 800.000 euros.