La operación Almar ha permitido la detención de 14 personas acusadas de presuntos delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros así como tráfico de estupefacientes ya que el responsable de la organización distribuía grandes cantidades de cocaína en Cantabria.
El cabecilla residía en piélagos donde alojaba de manera temporal a los ciudadanos albaneses que luego colaba como polizones en los ferris que partían desde los puertos de Santander o Santurce. Para llegar a los barcos utilizaban remolques de camión donde escondían a estas personas.
Los ciudadanos albaneses que conseguían llegar a Inglaterra pagaban hasta 6000 euros por este servicio . El cabecilla de esta organización también era de origen Albanés y después de intentar llegar hasta reino unido en 8 ocasiones sin poder lograrlo, se había establecido en Cantabria donde había puesto en marcha esta actividad delictiva.