San Jerónimo

Así vive en una situación de total obediencia a la voluntad de Dios, que le guiará hacia Oriente, donde entrará en la vida monacal, ordenándose sacerdote. Posteriormente, el Papa San Dámaso le trajo de regreso a Roma para nombrarle secretario y, dado su conocimiento de las lenguas clásicas, le encomendó una importante tarea: Traducir la escritura del hebreo al latín, labor que realizó con gran acierto. Su anterior vida monacal, le impulsa a colaborar en la difusión del monacato en Occidente. Una cosa le quedaba por entonces pendiente: terminar la traducción de la Sagrada Escritura al latín. Para ello, se retira a Belén, donde empezará una vida de austeridad y penitencia. Durante este periodo dejará grandes escritos de gran reflexión en torno a la Palabra de Dios, además de otros de gran profundidad científica y teológica. Muere el año 420. En este mismo mes del año 1936 moría con la palma del martirio. También, en septiembre del año 1936, alcanzaba la vida de los hijos de Dios el Religioso Esiquio José, que vivió durante toda su vida entregado al carisma de los Hermanos de la Salle. Iconografía: Se le representa traduciendo la Biblia al latín. Otros Santos: Simón, Sofía y Honorio.