Ángelus del domingo, 4 de septiembre de 2016

Que Madre Teresa nos ayude a amar a Cristo crucificado y a los pobres

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rezo mariano del Ángelus, agradeciendo a los miles de presentes y a todos aquellos que participaron virtualmente a través de los diferentes medios de comunicación. Elevando su oración a la Virgen María, “Madre y Reina de todos los santos”, el Obispo de Roma pidió especialmente para los Misioneros de la Caridad - familia espiritual de la Madre Teresa-  que la nueva santa les obtenga “ser fieles a Dios, a la Iglesia y a los pobres”, asimismo que enseñe a todos a contemplar y a adorar cada día a Jesús Crucificado para reconocerlo y servirlo en los hermanos necesitados.   Palabras del Santo Padre Francisco antes del rezo del Ángelus Queridos hermanos y hermanas, mientras estamos por concluir esta celebración, deseo saludar y agradecer a todos ustedes que han tomado parte en ella. Ante todo a las Misioneras y a los Misioneros de la Caridad, que son la familia espiritual de la Madre Teresa. Que su santa Fundadora vele siempre sobre su camino y les obtenga ser fieles a Dios, a la Iglesia y a los pobres. Con grata deferencia saludo a las altas Autoridades presentes, de manera particular a aquellas de los Países más ligados a la figura de la nueva Santa, como también a las Delegaciones oficiales y a las numerosísimas peregrinaciones venidas de esos países en esta feliz ocasión. Dios bendiga a sus Naciones. Y con afecto saludo a todos ustedes, queridos voluntarios y operadores de misericordia. Los confío a la protección de la Madre Teresa: que ella les enseñe a contemplar y a adorar cada día a Jesús Crucificado para reconocerlo y servirlo en los hermanos necesitados. Pidamos también esta gracia para todos aquellos que están unidos a nosotros a través de los medios de comunicación en todas partes del mundo. En este momento quisiera recordar a aquellos que se gastan en el servicio a los hermanos en contextos difíciles y arriesgados. Pienso especialmente en las muchas Religiosas que donan totalmente su vida. Recemos de manera particular por la misionera española, Sor Isabel, que hace dos días fue asesinada en la capital de Haití, un País tan probado, y para el que deseo cesen tales actos de violencia y haya una mayor seguridad para todos. Recordemos también a las otras religiosas que recientemente han sufrido violencia en otros países. Lo hacemos dirigiéndonos en oración a la Virgen María, Madre y Reina de todos los santos...

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