El Papa aboga de nuevo por la "reconciliación y la paz" en Birmania

Francisco elogia la ayuda, sin distinción de etnias, de la Iglesia en el país asiático

Tiempo de lectura: 2’

El Papa Francisco celebró este miércoles una misa campal en Rangún a la que acudieron cerca de 150.000 fieles y en su homilía elogió la ayuda, sin distinción de religión y etnias, de la pequeña comunidad católica presente en Birmania.

"En medio de tanta pobreza y dificultades, muchos de vosotros ofrecéis ayuda práctica y solidaridad a los pobres y a los que sufren", dijo Francisco en la explanada del Estadio Kyaikkasan, durante la primera misa que celebra en este viaje por Asia, que después le llevará a Bangladesh.

Ante las decenas de fieles que llegaron desde todas las partes de Birmania (Myanmar) y desde naciones cercanas como Tailandia y Filipinas, recordó que la Iglesia "está ayudando a un gran número de hombres, mujeres y niños, sin distinción de religión u origen étnico".

Y lo hizo en un país donde conviven con enormes problemas 135 etnias diferentes como los Karen, los Kachin o los Mon, y se vive la brutal persecución de la minoría musulmana de los ronhinyá, no reconocida por las autoridades birmanas, y que se han visto obligados a huir masivamente hacia Bangladesh en lo que ha sido calificado como una "limpieza étnica de manual".

Pope Francis waves to Catholic faithful as he arrives to lead a mass at Kyite Ka San Football Stadium in Yangon, Myanmar

Pope Francis waves to Catholic faithful as he arrives to lead a mass at Kyite Ka San Football Stadium in Yangon, Myanmar November 29, 2017. REUTERS/Jorge Silva

Francisco aseguró que la Iglesia católica en Myanmar lleva "a otros el bálsamo saludable de la misericordia de Dios, especialmente a los más necesitados" y lo hace con medios muy limitados.

El Papa quiso precisar que "muchas comunidades anuncian el Evangelio a otras minorías tribales, sin forzar ni coaccionar, sino siempre invitando y acogiendo".

"Soy testigo de que la Iglesia aquí está viva", dijo Jorge Bergoglio a los católicos, que son unos 650.000 en un país de 52 millones de habitantes.

Francisco se presentó como "peregrino para escuchar y aprender", y para ofrecer a los católicos "esperanza y consuelo".

Catholic faithful attend a mass led by Pope Francis at Kyite Ka San Football Stadium in Yangon, Myanmar

Catholic faithful attend a mass led by Pope Francis at Kyite Ka San Football Stadium in Yangon, Myanmar November 29, 2017. REUTERS/Max Rossi

En otro de sus mensajes destacó que "muchos en Myanmar llevan las heridas de la violencia, heridas visibles e invisibles", y les invitó a no curarse "con la ira y de la venganza", pues "el camino de la venganza no es el camino de Jesús".

"Su mensaje de perdón y misericordia se sirve de una lógica que no todos querrán comprender y que encontrará obstáculos. Sin embargo, su amor revelado en la cruz, en definitiva, nadie lo puede detener", dijo.

A las decenas de miles de personas que incluso pasaron la noche en la explanada para poder asistir a la misa les pidió que encuentren la fuerza de llevar este mensaje a los demás "para ungir cada herida y recuerdo doloroso" y, de esta manera, ser "testigos fieles de la reconciliación y la paz".

El deseo final del pontífice argentino, que habló en italiano y era traducido al birmano por un sacerdote, fue que los católicos sean en este país asiático "mensajeros de la verdadera sabiduría y profundamente misericordiosos con los necesitados". 

Religión