Los consejos del Papa Francisco para combatir las Fake News

Los ha dado en el mensaje para la 52 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que se celebrará el próximo 13 de mayo, con el lema “La verdad os hará libres”.

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El Papa Francisco se ha mostrado hoy tajante al vincular el fenómeno de las noticias falsas con "la codicia incansable" y "la sed de poder". Asegura el Papa que "ninguna desinformación es inocua" y que "incluso una distorsión de la verdad aparentemente leve puede tener efectos peligrosos". Por estos motivos "ninguno de nosotros puede eximirse de la responsabilidad de hacer frente a estas falsedades". Los periodistas somos los responsables de evitar que se expanda la desinformación, porque, nos recuerda el Papa, a la hora de informar, lo importante no es la velocidad e inmediatez con la que contamos las noticias ni el impacto sobre las cifras de audiencia, LO QUE REALMENTE IMPORTA son las personas.

El Papa Francisco invita a poner en práctica un periodismo que sirva de antídoto contra las noticas falsas y contra el mal uso de la facultad de comunicar. Uno de sus consejos pasa por formar a periodistas educados en la verdad: “en el proyecto de Dios, la comunicación humana es una modalidad esencial para vivir la comunión”. “Pero el hombre, si sigue su propio egoísmo orgulloso, puede también hacer un mal uso de la facultad de comunicar”, “La alteración de la verdad es el síntoma típico de tal distorsión, tanto en el plano individual como en el colectivo. Por el contrario, en la fidelidad a la lógica de Dios, la comunicación se convierte en lugar para expresar la propia responsabilidad en la búsqueda de la verdad y en la construcción del bien”.

El Papa lamenta en el texto que “hoy, en un contexto de comunicación cada vez más veloz e inmersos dentro de un sistema digital, asistimos al fenómeno de las noticias falsas, las llamadas ‘fake news’. Dicho fenómeno nos llama a la reflexión”.

A partir de esta premisa, Francisco propone 4 puntos de Reflexión que supongan “una aportación al esfuerzo común para prevenir la difusión de las noticias falsas, y para redescubrir el valor de la profesión periodística y la responsabilidad personal de cada uno en la comunicación de la verdad”.

1- ¿Qué hay de falso en las ‘noticias falsas’?

El término fake news, explica el Papa, “generalmente alude a la desinformación difundida online o en los medios de comunicación tradicionales”. “La eficacia de las fake news se debe, en primer lugar, a su naturaleza mimética, es decir, a su capacidad de aparecer como plausibles”.

En segundo lugar, “estas noticias, falsas pero verosímiles, son capciosas, en el sentido de que son hábiles para capturar la atención de los destinatarios poniendo el acento en estereotipos y prejuicios extendidos dentro de un tejido social, y se apoyan en emociones fáciles de suscitar, como el ansia, el desprecio, la rabia y la frustración”.

La difusión de estas noticias falsas “puede contar con el uso manipulador de las redes sociales y de las lógicas que garantizan su funcionamiento. De este modo, los contenidos, a pesar de carecer de fundamento, obtienen una visibilidad tal que incluso los desmentidos oficiales difícilmente consiguen contener los daños que producen”.

No se le esconde al Papa la dificultad que existe “para desenmascarar y erradicar las fake news”, que “se debe, asimismo, al hecho de que las personas a menudo interactúan dentro de ambientes digitales homogéneos e impermeables a perspectivas y opiniones divergentes”.

“El drama de la desinformación es el desacreditar al otro, el presentarlo como enemigo, hasta llegar a la demonización que favorece los conflictos. Las noticias falsas revelan así la presencia de actitudes intolerantes e hipersensibles al mismo tiempo, con el único resultado de extender el peligro de la arrogancia y el odio. A esto conduce, en último análisis, la falsedad”.

2- ¿Cómo podemos reconocerlas?

En este largo mensaje, el Papa hace hincapié en la responsabilidad que todo el mundo tiene ante la desinformación y las noticias falsas: “Ninguno de nosotros puede eximirse de la responsabilidad de hacer frente a estas falsedades”.

Se subraya en el texto que el egoísmo y la codicia están detrás de este fenómeno: “Las fake news se convierten a menudo en virales, es decir, se difunden de modo veloz y difícilmente manejable, no a causa de la lógica de compartir que caracteriza a las redes sociales, sino más bien por la codicia insaciable que se enciende fácilmente en el ser humano”.

“Las mismas motivaciones económicas y oportunistas de la desinformación tienen su raíz en la sed de poder, de tener y de gozar que en último término nos hace víctimas de un engaño mucho más trágico que el de sus manifestaciones individuales: el del mal que se mueve de falsedad en falsedad para robarnos la libertad del corazón”.

Por eso, aseguró que la educación es la mejor forma de reconocer las noticias falsas: “Educar en la verdad significa educar para saber discernir, valorar y ponderar los deseos y las inclinaciones que se mueven dentro de nosotros, para no encontrarnos privados del bien ‘cayendo’ en cada tentación”.

3- “La verdad os hará libres”

Pero ante los problemas, soluciones: Y aquí es donde llega el antídoto de Francisco: “el antídoto más eficaz contra el virus de la falsedad es dejarse purificar por la verdad”.

“Para discernir la verdad es preciso distinguir lo que favorece la comunión y promueve el bien, y lo que, por el contrario, tiende a aislar, dividir y contraponer. La verdad, por tanto, no se alcanza realmente cuando se impone como algo extrínseco e impersonal; en cambio, brota de relaciones libres entre las personas, en la escucha recíproca”.

El análisis de Francisco es certero: Además, “nunca se deja de buscar la verdad, porque siempre está al acecho la falsedad, también cuando se dicen cosas verdaderas. Una argumentación impecable puede apoyarse sobre hechos innegables, pero si se utiliza para herir a otro y desacreditarlo a los ojos de los demás, por más que parezca justa, no contiene en sí la verdad”.

4- La paz es la verdadera noticia

Ahora llega el momento de que todos los periodistas nos apliquemos el cuento: “si el camino para evitar la expansión de la desinformación es la responsabilidad, quien tiene un compromiso especial es el que por su oficio tiene la responsabilidad de informar, es decir: el periodista, custodio de las noticias”.

El periodista, “en el mundo contemporáneo, no realiza sólo un trabajo, sino una verdadera y propia misión. Tiene la tarea, en el frenesí de las noticias y en el torbellino de las primicias, de recordar que en el centro de la noticia no está la velocidad en darla y el impacto sobre las cifras de audiencia, sino las personas”.

“Informar es formar, es involucrarse en la vida de las personas. Por eso la verificación de las fuentes y la custodia de la comunicación son verdaderos y propios procesos de desarrollo del bien que generan confianza y abren caminos de comunión y de paz”

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