Bodas de oro sacerdotales del Cardenal Blázquez

Es imposible mirar al futuro sin confiar en Dios

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Misa de bodas de oro sacerdotales del cardenal Ricardo Blázquez, sábado 18 de febrero de 2017, catedral de Valladolid, 12 horas El cardenal arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, ha celebrado este sábado sus 50 años como sacerdote y ha asegurado que “el Señor no me ha defraudado” y que por él se puede “arriesgar” la vida”, al tiempo que ha apuntado que es “imposible” mirar “serenamente” al futuro sin “confiar” en Dios y en sus hijos. A la eucaristía celebrada en la catedral de Valladolid han acudido cientos de personas, entre las que se encontraban 16 miembros de la familia del arzobispo, el presidente de la Diputación de Ávila, Jesús Manuel Sánchez, el vicepresidente de la Institución, Carlos García González, y el alcalde del municipio abulense de Villanueva del Campillo municipio del que Blázquez es originario, Andrés Rodero. Homilía El cardenal arzobispo de Valladolid ha leído una homilía en la que ha rememorado su ordenación sacerdotal, que tuvo lugar en Ávila el 18 de febrero de 1967, como un acontecimiento “decisivo” de su vida. A este respecto, ha agregado que en los años de formación en el Seminario de Ávila le ayudó mucho un ‘librito’ del padre Y.Congar, con el título ‘Por una Iglesia servidora y pobre’, en el que se expresa que la función de los ministros en diaconía no es “sólo un poder que debe ser ejercido con espíritu servicial, sino constitutivamente servicio y que “los que ejercen la autoridad se hacen llamar señores y dominan” pero que no debe ser así entre los sacerdotes. De nuevo en referencia a sus años de estudiante, Blázquez ha parafraseado al que fuese su rector en el Seminario de Ávila, Baldomero Jiménez Duque, quien utilizaba la palabra “expropiación” y se la explicaba a sus alumnos como una segregación del carácter sacerdotal, ya que cuando uno se ordena ya “no se pertenece”, sino que pasa a ser “posesión particular del Señor y siervo de Dios”.

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