ÁNGELUS 10 JUNIO 2018

Francisco pide a la Virgen la comunión con el Espíritu Santo y reza por Corea

Miles de peregrinos han acudido esta mediodía a la Plaza de San Pedro, en Roma, en este domingo 10 de junio y X del Tiempo Ordinario, para rezar el Ángelus con el Papa Francisco. Durante su alocución el Pontífice se refirió al Evangelio de este día.

Redacción Religión

Tiempo de lectura: 1’

Comentando el Evangelio del día, en el que se narra que algunos Escribas  fueron enviados desde Jerusalén a Galilea, donde la fama de Jesús comenzó a extenderse, para desacreditarlo a los ojos de la gente. Escribas que llegan con una acusación precisa y terrible: “Este hombre está poseído por Belcebú, príncipe de los demonios, y por eso los echa fuera” -  narra el Papa Francisco y continúa – de hecho, Jesús sanó a muchas personas enfermas, y quieren hacer creer que él no lo hace con el Espíritu de Dios, sino con el del Maligno.

“Jesús reacciona con palabras fuertes y claras” asegura el Papa, porque esos escribas, quizás sin darse cuenta, “están cayendo en el pecado más grave: negar y blasfemar el Amor de Dios que está presente y obra en Jesús”. Y la blasfemia - señaló - el pecado contra el Espíritu Santo: es el único pecado imperdonable, dice Jesús, "porque comienza desde el cierre del corazón a la misericordia de Dios que actúa en Jesús”.

Por último, el Papa Francisco pidió “que la Virgen Madre nos ayude a vivir en comunión con Jesús, reconociendo la obra del Espíritu Santo actuando en Él y en la Iglesia y regenerando el mundo a una nueva vida”.

También aprovechó para enviar un particular recuerdo al “amado pueblo coreano” en la amistad y la oración y expresó su deseo de que las conversaciones que tendrán lugar en los próximos días en Singapur “puedan contribuir al desarrollo de un camino positivo, que garantice un futuro pacífico para la Península de Corea y para todo el mundo” y recordó la beatificación de Adela de Batz de Trenquelléon - fundadora de las Hijas de María Inmaculada, llamadas marianistas - que ha tenido lugar hoy en Agen, Francia.

Religión