MISA PAPAL DEL 1 DE ENERO

Francisco pide a María la paz de su Hijo para todos los hombres

A las 10 de la mañana del 1 de enero, Francisco celebraba la Misa del día de Año Nuevo, en el que la Iglesia celebra la Solemnidad de Santa María Madre de Dios, en la última jornada de la Octava de Navidad, ya que mañana comienzan los días menores de este Tiempo que se encaminan a la Epifanía el próximo sábado, 6 de enero.

Redacción Religión

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Durante la Homilía el Santo Padre reflexionó en torno al Evangelio que se proclama en esta Solemnidad. Se trata del Pasaje de Lucas en el que se relata la marcha de los pastores a Belén una vez que el Ángel les ha anunciado el Nacimiento del Salvador y la adoración al recién Nacido que está junto a María y a José, así como la circuncisión del Niño a los ocho días tal y como manda la Ley de Moisés, y donde le ponen el Nombre de Jesús como le había llamado el Ángel antes de su concepción.

Francisco recordó el papel de María que guardaba todo lo que decían los pastores y lo meditaba en su corazón, por lo que Ella acoge en silencio a Dios y le custodia en su preparación para su tarea salvadora. Tambien hace alusión al sentido que tiene para los creyentes el que María sea Madre de Dios.

Lee aquí las palabras del Papa en la Homilía

Francisco aprovechó la ocasión que se le presentaba para temrinar recordando a María que asume la sencillez y la ternura de su Hijo, así como su don de Madre, que es una gran riqueza para la Iglesia como Madre y como mujer. Por fin, pidió a la Señora que dé la paz del Niño Dios a todos los hombres. Concluyó recordando a los cristianos de Éfeso, lugar donde se proclamó el Dogma de Santa María, Madre de Dios e invitó a todos a saludar por tres veces a la Virgen con la invocación ¡Santa Madre de Dios!

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