Dos años de la muerte del sacerdote mártir Jacques Hamel a manos del Estado Islámico

Se cumplen dos años del ataque del Estado Islámico a una iglesia francesa, donde fue degollado el sacerdote mártir Jacques Hamel

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Un sacerdote celebra una misa. Igual que la de ayer y muy parecida a las millones de eucaristías que se están celebrando en este mismo instante. Unos pocos feligreses le escuchan desperdigados por los bancos de la iglesia de Saint Etienne-du-Rouvray. De repente un hombre interrumpe la celebración al grito de "Alá es grande". Corre por el pasillo del templo, cuchillo en mano, entre las miradas de asombro e impotencia. 

Jacques Hamel tenía 85 años. Se había jubilado hacía 10. Y fue asesinado -en el mismo lugar donde celebró tantas veces la Santa Misa- por un seguidor del Estado Islámico. En plena eucaristía. El 26 de junio se cumplieron dos años de este trágico suceso.

Era muy mayor pero a pesar de ello, se­guía tra­ba­jan­do como cura au­xi­liar en la igle­sia Saint Etien­ne-du-Rou­vray, un subur­bio de Ruán, del no­roes­te de Fran­cia. Quie­nes lo co­no­cie­ron di­cen que era un hom­bre de­di­ca­do y va­lien­te que ha­bía pro­me­ti­do ser­vir a la igle­sia "has­ta su úl­ti­mo alien­to." Y así fue. Hoy está ya en proceso de beatificación.

El papa francisco elogia al Padre Hamel

Cons­ter­na­do por la no­ti­cia, el papa Fran­cis­co ofre­ció una misa en me­mo­ria de “este sa­cer­do­te san­to”, el 14 de sep­tiem­bre en la Ca­pi­lla de la Casa San­ta Mar­ta, como signo de cer­ca­nía con sus fa­mi­lia­res y para toda la co­mu­ni­dad de Ruán.

“El pa­dre Ja­ckes Ha­mel fue de­go­lla­do en la cruz, pre­ci­sa­men­te mien­tras ce­le­bra­ba el sa­cri­fi­cio de la Cruz de Cris­to. Un hom­bre bueno, man­so, fra­terno, que siem­pre bus­ca­ba ha­cer la Paz ha sido ase­si­na­do como si fue­se un cri­mi­nal, un már­tir”, dijo Fran­cis­co en su ho­mi­lía re­cor­dan­do que los már­ti­res son san­tos y que de­be­mos re­zar­le al pa­dre Ha­mel para que nos dé la man­se­dum­bre, la fra­ter­ni­dad, la paz y tam­bién el co­ra­je de de­cir la ver­dad: “ma­tar en nom­bre de Dios es sa­tá­ni­co”.

"Asesinar en nombre de Dios es satánico"

“Los cris­tia­nos que hoy su­fren en la cár­cel, con la muer­te o con la tor­tu­ra por no re­ne­gar de Je­su­cris­to nos mues­tran la cruel­dad de esta per­se­cu­ción y esta per­se­cu­ción que nos pide la apos­ta­sía es sa­tá­ni­ca”, aña­dió el San­to Pa­dre, ma­ni­fes­tan­do, por úl­ti­mo, su de­seo de que to­das las con­fe­sio­nes re­li­gio­sas re­co­no­cie­ran que “ase­si­nar en nom­bre de Dios es sa­tá­ni­co”.

A pe­sar de su trá­gi­ca muer­te, el re­cuer­do del pa­dre Ha­mel si­gue aún vivo y con­ti­núa alum­bran­do a cris­tia­nos de todo el mun­do, es­pe­cial­men­te a aque­llos que son per­se­gui­dos por pro­fe­sar su fe.

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