Cardenal Osoro: "A los refugiados hay que traerles, acogerles y ayudarles"

Los refugiados es uno de los grandes temas que aborda cada día el Cardenal de Madrid, Carlos Osoro  que ha repasado ese hacer diario en la diócesis madrileña comenzando por la subida al colegio cardenalicio, un servicio como dice el Papa Francisco, "ser cardenal no es un honor es un servicio al sucesor del Pedro, en este caso al Papa Francisco, un servicio de dar la vida por ayudarle a que la Iglesia haga lo que nuestro señor quiere que haga que en definitiva es dar un anuncio claro de su persona, que la centralidad de la vida del ser humano está en Jesucristo".

"En el vivir diario, en el camino real que tienen todos los hombres, a veces unos nos gustan más y otros menos, en todos los caminos tiene que estar el Señor, tiene que estar la Iglesia y tiene que estar el cardenal Osoro también" dice el Cardenal sobre la misión, la hoja de ruta, encargada por el Papa que pide siempre trabajar por acabar con la cultura del descarte, uno de los dramas de este mundo, "hay mucho descarte y por tanto mucha indiferencia. La cultura del encuentro la inicia nuestro Señor Jesucristo. La Iglesia tiene esa misión y nos lo está diciendo el Papa Francisco, y hay descartes ocultos y la Iglesia tiene el empeño de salir a todos los caminos también con aquellos que no te dan la razón que están en contra de ti porque el gran proyecto de Dios para los hombres, encontrarse con todos los hombres y descubrir que el único camino y la verdad y la vida la tiene él".

Una labor por la que está luchando y mucho el Cardenal Carlos Osoro es por los refugiados, "podríamos  hacer mucho más y ser más optimistas. Yo he hecho todo lo que he podido como la Comunidad de San Egidio en otros países como Francia o Italia para poder hacer esos corredores humanitarios. He tenido encuentro con ministros para poder hacer esto. Entiendo que se llegará en algún momento a tener algún acuerdo, a mí me parece que esto es muy importante, la posición de la Iglesia es unánime sobre la necesidad de los corredores, esto no se hace de cualquier manera, no se trata de traer inmigrantes, se trata de traerles, acogerles, ayudarles, la comunidad de San Egidio lo hace en muchos lugares y lo hacen de forma admirable. He conocido a personas a las que han ayudado, un joven que venía en una patera con otras 300 personas, mueren excepto 30 todos los demás, el vivió malamente porque había tragado agua y tardó mucho en recuperarse y este muchacho me contaba su experiencia como vivió desde que le recogió la comunidad de San Egidio hasta ahora que ha acabado su carrera de Económicas y trabaja y vive en Roma".

En cuanto a la evangelización que lleva a cabo la Iglesia en Madrid, el Cardenal Osoro recuerda que este mismo viernes "en el tuit que mando todos los días digo “Jesús siembra y nos manda esta tarea, sembrar”. Hay que salir a todos los caminos que están los hombres, sin excepción. Hay veces que estamos muy agustito calentitos en casa. No, Dios no se escondió nos lo dice San Pablo en sus cartas".

Jesús siembra y nos regala esta tarea: nos invita a ser buena tierra donde fructifiquen su Palabra y su vida. El fruto lo da Él.

— Carlos Osoro Sierra (@cardenalosoro) 28 de julio de 2017

"Debemos abrir el corazón para contagiar a todos, abrir el corazón en todas las dimensiones que tiene, esto es tan grande que si supiéramos comunicárselo conseguiríamos trasplantes de corazón, de ojos, un corazón donde entran todos, un corazón con el que poder recuperar la vista, un corazón para ver como nos ve Dios, un corazón para que al entrar puedan recuperar la vista, el sístole y el diástole  verdaderos que es Jesucristo"

Las familias es otro punto por el que trabaja y se preocupa el Cardenal de Madrid, "estoy moviendo y creo que se está haciendo realidad una institución que ya estaba, la Casa de la Familia que está tomando una fuerza especial en estos momentos, un estudio de cómo está la familia en España, un estudio con la Universidad de Comillas que presentaremos, estamos haciendo un concurso sobre la belleza de la familia, los artículos se publicarán en un libro porque la familia es esencial, sin padre y madre, sin esas dos laderas no venimos ninguno al mundo. Esas dos laderas se van ampliando con la llegada de los hijos y cuando entra el Señor dentro de esa institución crea la experiencia más bonita dentro de la Iglesia. Yo siempre digo que las mejores cosas de mi vida las aprendí en mi familia, aprender a amar, a respetar, a creer en los demás y también a decir en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo".

Y dentro de la familia están los jóvenes a los que dedica su atención Monseñor Osoro en su última carta pastoral, ”en el mensaje para este mes de agosto, tanto para los que se quedan como para los que salen fuera, a mi me parece que a la vida del ser humano y en concreto a los jóvenes a los que les llega la desesperanza porque terminan la carrera, no encuentran trabajo y les surge la desesperanza. El mundo que tenemos no sabe lo que se pierde no teniendo a Dios, un Dios que ha tomado rostro humano, que nunca te abandona que te dice que te ama de verdad e incondicionalmente, que te sigue queriendo pese a los bandazos aunque la respuesta está en ti. Estoy descubriendo la necesidad que tienen los jóvenes de que alguien nos de esa capacidad para quitar el cansancio y el agobio, la desesperanza. Hay proyectos en la vida que solo se pueden hacer desde el encuentro con este Señor que es para nosotros la salvación de la vida".

Atención especial requieren los presos a los que Carlos Osoro les lleva el amor de Dios, "esos encuentros son importantes porque sanan mi corazón y mi vida, me dan mucho a mi el estar con ellos, comiendo con ellos, escuchándoles, haciéndome preguntas, dándome nombres para ponerme en contacto con sus familias, uno descubre las heridas que hay en este mundo en ellos. Para mí es una gracia de Dios estar con ellos, descubro una grandeza de un Dios que a través de mi me hace acercarme a ellos".