El expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont recibió este miércoles la visita de su esposa Marcela Topor, en la prisión de Nuemünster, en el norte de Alemania, donde permanece detenido desde el pasado 25 de marzo. Topor acudió al centro penitenciario acompañada del empresario catalán Josep María Matamala, una de las personas que viajaba con Puigdemont en el coche con el que entró en Alemania el día en que fue detenido.

La esposa del expresidente catalán bajó de su automóvil sin hacer declaraciones y rodeada de numerosos representantes de los medios de comunicación que siguen a las puertas de la cárcel en espera de noticias. Agradeció no obstante las palabras de ánimos que le lanzó un seguidor del dirigente independentista que lleva días ante la prisión para mostrarle su solidaridad. Topor se encuentra desde ayer en Neumünster y participó anoche en una cena organizada por la Asamblea Nacional Catalana de Hamburgo, ciudad que se encuentra a unos 70 kilómetros.

Esta mañana Puigdemont recibió también la visita del vicepresidente primero del Parlament, Josep Costa.  "Es una visita de trabajo y también para mostrar nuestro apoyo a Puigdemont", afirmó Costa, diputado de JxCat, el partido del expresidente de la Generalitat, antes de entrar en el centro penitenciario

La Audiencia Territorial de Schleswig-Holstein ha iniciado el análisis "en profundidad" de la petición de extradición a España que le trasladó ayer la Fiscalía General del "Land", fronterizo con Dinamarca y donde fue detenido Puigdemont. "No podemos comprometernos a concretar ninguna fecha. Es un análisis meticuloso, que llevará unos cuantos días", apuntó a Efe la portavoz de esa Audiencia, la jueza Frauke Holmer. Según explicó, en ese proceso de decisión hay dos fases, una primera en la que deberá decidirse si se mantiene a Puigdemont en prisión, como pidió la Fiscalía, o se cambian las medidas cautelares, a lo que seguirá el análisis propiamente dicho de la petición de extradición.

 La Fiscalía del "Land" respaldó ayer en todos sus puntos la petición de extradición a España del expresidente por los cargos de rebelión y de malversación de fondos públicos, además de solicitar que siga en la cárcel por considerar que hay riesgo de fuga.  Las acusaciones de malversación de fondos públicos y de corrupción para llevar a cabo el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 se corresponden con el de malversación "en el mismo sentido" en el que está recogido en el código penal alemán.

En lo que respecta al de rebelión, la Audiencia debe analizar si es equivalente al de alta traición que recoge también la legislación alemana, después de que la Fiscalía señalara que hay una analogía entre ambos y que no es exigible que coincidan literalmente.  Puigdemont recibió ayer la visita de uno de los abogados alemanes que se ha unido a su defensa, Sören Schomburg, equipo que ha presentado ya una solicitud a la Audiencia Territorial para que rechace el trámite impulsado por la Fiscalía.