Merkel necesita una red de acuerdos bilaterales con países de origen y tránsito de la inmigración con rumbo a Europa, pero no puede afrontar esa tarea sola y las instituciones comunitarias resultan desesperantemente lentas así que ha pedido a sus colegas, jefes de gobierno europeos, ayuda con la tarea. En la primera visita oficial de Pedro Sánchez a Berlín, Merkel ha ofrecido a España un aumento del apoyo financiero europeo, reconociendo el aumento del número de entradas de inmigrantes a nuestro país, y a cambio ha pedido a Sánchez que se encargue de liderar el diálogo con el norte de África.

Durante la rueda de prensa posterior a la reunión, Merkel ha sugerido que Sánchez se encargue de entablar conversaciones con Marruecos y Senegal para buscar acuerdos bilaterales en nombre de toda la UE e inspirados en el que ya se firmó anteriormente con Turquía. “Ya hemos hablado con Libia, todavía hay que hablar con Marrueos y por ejemplo con Senegal y nos podemos repartir la responsabilidad entre los jefes de gobierno, de manera que uno hable con uno o dos de los países de origen o tránsito, pero no solo de su inmigración sino en nombre de toda la UE”.

Sánchez por su parte ha recordado que las llegadas de inmigrantes a las costas españolas han aumentado este año un 64% respecto a 2017, año en el que aumentaron un 100% respecto al anterior, justificando así ante los periodistas alemanes ese mayor apoyo financiero que se verá reflejado sin duda en el próximo presupuesto marco comunitario y en el gran programa de inversiones que Merkel ya ha pactado con el francés Macron. “La propuesta que ha realizado la canciller, de que cada país que tradicionalmente tenga una relación más fluida y que conozca la realidad de los países de tránsito y de origen, que pueda liderar el diálogo y la cooperación, en nombre del conjunto de la UE, nos parece una extraordinaria idea”, ha aceptado el presidente español, “creo que tenemos que repartir esfuerzos y ser efectivos en el esfuerzo colectivo, así que cuenta con nuestro apoyo”.

Preguntado por el destino del buque Life Line, de bandera alemana, Sánchez ha dicho que “España está arrimando el hombro y ha demostrado que es un país solidario”, pero ha subrayado que la respuesta a la situación “debe ser europea y conjunta”, negándose tácitamente a recibir la embarcación y centrándose en “la necesidad de dar una dimensión exterior a la política de inmigración europea”.