Pablo Casado ha comparecido este lunes en la calle Génova tranquilo, dispuesto a seguir dando la cara y a continuar colaborando con la justicia. El líder popular ya ha dejado claro que no se irá, ni siquiera si es imputado por el Supremo, después de que la juez que investiga su polémico máster haya elevado la casa al TS por su condición de aforado.  Es más, en el partido confían en que el Alto Tribunal ponga coto a este despropósito y analice el caso “en sus justos términos”.

Respecto a si, más allá de la legalidad, Casado considera que aprobar un máster sin haber cursado la mayoría de las asignaturas es ético, Casado ha indicado que "la ética no la marcan ni los periodistas ni los políticos, sino la ley" y que no hay que dar por buenas acusaciones que son "francamente injustas". Por eso, ha considerado que el foco que se ha puesto en la polémica por su máster es "excesivo" y ha destacado que se centran en el "especial menoscabo de un cargo público".

En la calle Genova no ocultan su malestar con la instrucción de la juez Carmen Rodríguez-Medel, que ha realizado diligencias que afectaban solo a Pablo Casado y que, en este tiempo, no ha tenido posibilidad de defenderse ni han tenido acceso a la documentación que maneja.

En el partido ven, además, difícil apreciar la prevaricación en la conducta de su líder, porque “ni tomó, ni promovió, ni facilitó una decisión administrativa arbitraria, imprescindible para la existencia del delito”. Tampoco ven posible que cometiera cohecho impropio, porque, desde su cargo entonces de mero diputado autonómico, no tenía, ninguna capacidad de decisión en asuntos que afectaran a la universidad Juan Carlos I.

Casado asegura, incluso, que todo el mundo ve surrealista que este caso esté en un juzgado de primera instancia. Nadie le ha regalo nada, dice, ”es un maldito curso de doctorado”. Le costó 600 euros, y no 8000, que es lo que vale un máster, pero no tiene la culpa de que se le llame así. Y puestos a investigar, podría analizarse la tesis de Sánchez y las dudas de los currículums académicos de otros socialistas como Camen Montón, Óscar Puente o César Franco.

El auto de la juez ha obligado al presidente de PP a retrasar unas horas su viaje a Colombia, donde acudirá mañana a la toma de posesión de Iván Duque como presidente. Su agenda incluía reuniones con el propio Duque, pero también con el presidente de Honduras, y con el líder de la oposición en Nicaragua, entre otros. Una agenda que deberá ahora modificar.

Algunos, en el partido, criticaban a la juez ironizando sobre el tema: “Claro, es que llevábamos cuarenta días hablando bien del PP, y algo había que sacar”.