La imagen de Pablo Fornals cayendo desplomado sobre el césped del Estadio de La Cerámica a los cinco minutos del partido de LaLiga Santander frente al Villarreal hizo sonar las alarmas.

Pese a recuperar el conocimiento al instante (pudo abandonar el terreno de juego por su propio pie), tuvo que ser sustituido por Roberto Soriano y trasladado, por precaución, a un hospital para quedarse toda la noche en observación.

El Villarreal informaba de que su futbolista había sufrido un "presíncope sin pérdida de conocimiento", algo que ya le ocurrió un mes antes durante un entrenamiento. Poco después, Fornals atendía la llamada de El Partidazo de COPE para tranquilizar sobre su estado de salud: "Estoy bien, me han hecho algunas pruebas y esperando que todo salga bien. Es prácticamente igual a lo que me pasó hace un mes, pero casi es peor el trago para la familia y los compañeros", dijo en la entrevista mantenida con Juanma Castaño este lunes.

Identifica claramente los síntomas: "Me mareo, veo un poco borroso y luego me despierto en el suelo, al momento. Es la cuarta vez que me pasa. Me ocurrió estando en Málaga, pero tampoco lo hicimos mucho caso. Cuando me ocurrió hace un mes, me hicieron algunas pruebas y descartamos muchísimas cosas. Ahora, estoy de nuevo a la espera, y luego hablaremos con el club", explicó.

Fornals aseguró sentirse "tranquilo, confío en mí. Casi sufro más por la familia. Lo dejamos todo en manos de los doctores. Mi familia sabe que me gusta el fútbol, es mi vida". Insistió en la preocupación que surge en su entorno con su estado de salud: "Había familiares viéndome y ahora están conmigo en el hospital".