David Ferrer atendió a Tiempo de Juego durante la cena de celebración del equipo español de Copa Davis. El alicantino reconoció que este domingo "es uno de mis mejores días. Quizás la final de la Copa Davis en Sevilla fue más especial, o también la de Barcelona, pero después de dos años sin estar en el Top-10, y sobre todo jugando en casa, ha sido muy emotivo".

La remontada en el quinto y definitivo partido ante Alemania en cuartos de final "ha sido un duelo muy psicólogico. Ha habido mucho viento, hemos tenido que parar con los truenos... Y yo con los parones tengo problemas con el talón de Aquiles, pero después de físico, el quinto set fue una batalla emocional".

Escuchó las palabras de elogio de Rafa Nadal al término de la eliminatoria: "Rafa y yo llevamos jugando juntos muchos años, y aquí nos llevamos todos muy bien, somos una familia. Rafa es muy eufórico cuando jugamos la Copa Davis, es muy bueno, y lee muy bien el tenis, siempre le escuchas para intentar ganar", comentó.

Mención aparte mereció el comportamiento y ánimo del público que abarrotó la Plaza de Toros de Valencia: "Que 8000 personas te animen en Valencia, y en momento que tienes dudas sobre el partido, que la gente te grite, es algo emocional, son momentos que sabes que no se van a volver a repetir. Estaba concentrado en el punto pero muchas veces pensaba: 'disfruta este momento'", recordó. En las gradas estaba su mujer, embarazada: "Con mi mujer embarazada, en su estado, si la eliminatoria no se hubiese celebrado en Valencia, no podría haber jugado", finalizó.