El enfado rojillo es tal que se están planteando el sacar al ejecutivo de los socios de honor de la Fundación, mientras esperan respuesta oficial definitiva del Gobierno para retirar las letras de Reyno de Navarra del estadio del Sadar. La relación entre ambas instituciones es malo, ya que en el ejecutivo hay malestar porque en el pasado torneo interescolar de Osasuna no estuvo invitado a la entrega de trofeos ningún representante del Instituto Navarro de Deporte y Juventud, Además, después de tres meses desde que tomara posesión Alli como consejero, el nuevo rector del departamento deportivo y el presidente rojillo, Miguel Archanco, todavía no han tenido ningún contacto. Los rojillos invitan al palco a la presidenta y al consejero cada domingo, pero ninguno de los dos ha asistido esta campaña, mientras que a Pruden Induráin, responsable del INDJ, no se le invita. Con todas estas circunstancias, la relación Gobierno-Osasuna que parecía muy fluida en la época Sanz-Izco, ahora ha quedado mermada. El único punto positivo ha estado en las negociaciones de la deuda con Hacienda, donde llegaron a un acuerdo y Archanco tuvo palabras de agradecimiento para la consejera Lourdes Goikoetxea.