Miguel Ángel Bellido es un auténtico luchador. Acabó en la calle tras perder su restaurante y hoy ha recuperado la ilusión gracias a la ayuda de la Fundación Arrels, que apoya en Barcelona a las personas sin casa. Malagueño, de 49 años, que después de aprender el oficio de la restauración completo su formación en las cocinas de los hoteles de media Europa. Con sus ahorros en el 2007 montó un Restaurante cerca de Lorca, en el cada día servía más de cien comidas y llegó a contratar a siete empleados. Todo empieza a desmoronarse con el inicio de la crisis. Escucha la entrevista y conoce su historia.Las empresas dejaron de pagar el menú a sus trabajadores, apenas tenía clientes y tuvo que cerrar. A partir de ese momento Miguel Ángel entró en una espiral de la que es difícil escapar. En agosto llegó a Barcelona, el dinero se acabó y se encontró en la calle, durmiendo como tantas otras personas sin techo en la estación barcelonesa de Sants.