Los expertos en nutrición coinciden en señalar que la alimentación es uno de los factores biofisiológicos que influye en nuestro patrón de sueño, tanto que hay alimentos que nos pueden ayudar a descansar y muchos otros que nos pueden jugar una mala pasada al final del día: “El café y el té son bebidas que nos van a producir un estado de excitación que nos impide conciliar el sueño, además de comidas, como por ejemplo, la carne roja”, asegura María Victorina Aguilar Vilas, Catedrática de Nutrición y Bromatología en la Universidad de Alcalá en ‘La Noche de COPE’. Alimentos o comidas que facilitan el descanso: los cereales, las legumbres, el bacalao, algunos frutos secos, como las nueces o los cacahuetes y, por supuesto, la fruta. También hay verduras y hortalizas que poseen mecanismos que facilitan el sueño, como la lechuga. Esta hortaliza, según los expertos, tiene un efecto calmante y actúa como sedante natural. Tampoco podemos pasar por alto las infusiones de manzanilla o valeriana. Son muy recomendables para dormir ya que aumentas los niveles de glicina, un aminoácido con propiedades relajantes. Si lo que necesitas es un buen descanso para afrontar el siguiente día con fuerzas y energías, recuerda, evita los alimentos excitantes como la cola, el té, el café o el cacao; nada de pescados como el atún, las sardinas o la caballa por las noches, y si tienes que comerte un buen chuletón, intenta que sea a medio día, sólo así podrás dormir como un auténtico bebé.