Iker tiene seis años y ya sabe que su objetivo en la vida es ayudar a los demás. Le encanta la moda y cuando su madre le propuso participar en un concurso en el que se buscaban modelos para un desfile infantil, él aceptó encantado. La sorpresa fue cuando la empresa que lo organizaba, el portal de ventas on line Privalia, comunicó a sus padres que Iker no podía participar porque las marcas “buscan otras características” diferentes en esos pequeños modelos. Y es que Iker, por su parálisis cerebral, va en silla de ruedas.

“Iker es un niño feliz, solo tiene un sueño: ayudar a la gente”, le ha contado su madre, Beatriz Herranz a Adolfo Arjona en 'La Noche de COPE'. “Como él, por sus características, siempre ha recibido mucha ayuda de gente y ha sido feliz con eso, quiere responder de la misma forma”, añade Beatriz.

La madre de Iker explica que el pequeño “es un niño normal, simplemente se desplaza de forma diferente al resto, va en silla de ruedas, tiene una parálisis cerebral y una dificultad motora, pero intelectualmente es un niño normal”. Cuando le propuso participar en el concurso, su madre le explicó “que era una forma de demostrar que los niños en silla de ruedas también pueden participar”. “Le apunté por reivindicar, por ejemplo, la falta de probadores adaptados, pero jamás pensé que fuera a ser de los más votados”... de hecho, su foto fue la más votada en el concurso organizado a través de Facebook para seleccionar a los finalistas para ese desfile de modelos.

Tras una campaña de recogida de firmas, la empresa rectificó y permitió al pequeño Iker participar en la sesión de fotos y en el desfile. Ahora sus padres siguen con otra lucha para conseguir que no haya ningún niño sin terapia y que las comunidades autónomas cubran la neurorehabilitación de los niños mayores de seis años. En concreto, son siete las comunidades en las que están peleando para acabar con lo que consideran una injusticia social.