“Desde nuestra unidad de patrimonio histórico venimos abriendo una media de veinte casos anuales sobre expolios en yacimientos”, comenta José Luis González Ulloa, Sargento de la Unidad Central de Robos y Patrimonio Histórico de Cataluña. En su charla con Adolfo Arjona, este sargento asegura que “los últimos dos detenidos, en relación a estos expolios, tenían estudios de geología y no les era difícil conocer los lugares donde se encontraban las piezas arqueológicas” que después vendían en Internet. El suboficial añade que el perfil del ‘pirata arqueológico’ corresponde con un “un varón de 50 o 60 años que ha sido coleccionista a lo largo de su vida ”, concluye.