Guillermo del Toro, ganador de 4 Oscar en la última ceremonia de Hollywood por La forma del agua (y otros 3 por El laberinto del fauno en 2007), ha estado en 'La Noche' con Adolfo Arjona con motivo de su asistencia al Festival de Málaga, donde ha recibido el Premio de Honor.

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El director mexicano ha explicado que su victoria en los Oscar ha sido "muy hermosa". "Sentir el abrazo de tu gremio que va mucho más allá del asunto laboral. Es un abrazo del cine. Es único", ha subrayado Del Toro, que ha descrito el momento de subir al escenario del Kodak Theatre: "Subes, y te das la vuelta, te paras ante el micrófono y el mar de caras que está ahí es un católogo de cine: Steven Spielberg, Martin Scorsese, Tom Hanks, Meryl Streep... Lo que sucede ahí no se puede describir con palabras", ha recordado.

Sobre La forma del agua, Del Toro ha admitido que, para rodarla, se inspiró en otro filme, La mujer y el monstruo. De hecho, el realizador americano ha explicado que en el programa Días de cine escogió "como cinéfilo" una de las escenas de ese largometraje: "la de la criatura nadando debajo de Julie Adams. Es una imagen profundamente romántica, de anhelo, de distancia y de imposibilidad de amor". De ese deseo, ha indicado, surgió su película oscarizada.

Del Toro también ha hablado sobre una de sus películas frustradas, la adaptación de la novela de HP Lovecraft La montaña de la locura. Como recuerdo, el director siempre lleva un anillo en su dedo anular de la mano izquierda, aunque le resta importancia cuando es preguntado por si cree que este trabajo verá alguna vez la luz: "No creo que sea tan importante el asunto, es personal. Probablemente el mundo sobrevivrá conociendo otra película. Para mí, como fanático de una escuela particular de Lovecraft, el horror cósmico, es un libro importante. No creo que sea una obsesión, simplemente un propósito personal".

A este respecto, el mexicano ha señalado que "el cine para la gente tiene una linealidad que no existe desde dentro. Lo que para ti es filmografía, para mí es biografía", y ha añadido que "yo no vivo más que haciendo películas", aunque ha reconocido que el que La montaña de la locura no saliera adelante "fue un golpe muy difícil porque le dedicamos mucho tiempo, muchos años".

1997: el secuestro de su padre

Guillermo del Toro también ha contado cómo vivió el secuestro de su padre en 1997 en México: "es imposible de describir el momento en el que el mundo cambia, es decir: la 'microequivalencia' de esto es cuando llegas a casa y te han robado. Esa violación de la intimidad. Multiplica eso por un millón. Hay un momento en el secuestro en el que te cambia el valor y nunca vuelve a ser el mismo. Es imposible de cuantificar"