MILWAUKEE BUCKS, 97 - BOSTON CELTICS, 86 (3-3)

Giannis Antetokounmpo reivindicó su condición de líder y jugador franquicia de los Milwaukee Bucks con 31 puntos, 14 rebotes, 4 asistencias y 2 recuperaciones de balón con los que guió a su equipo a la victoria 97-86 ante los Celtics de Boston.

El triunfo en el sexto partido de la eliminatoria de playoffs permite a los Bucks empatar a 3-3 la serie y forzar el séptimo partido que será el que decida el equipo que pase a las semifinales, donde jugará con los Sixers, clasificados después de ganar 4-1 la eliminatoria ante los Heat de Miami. El séptimo y decisivo partido se jugará el sábado en el TD Garden Center de Boston.

Khris Middleton y Malcolm Brogdon aportaron 16 tantos cada uno y Jabari Parker logró 9 puntos y 11 rebotes. Brogdon, con un triple y 5:22 minutos por jugarse, puso para los Bucks el 84-78 que sería el decisivo porque los Celtics ya no pudieron reaccionar.

Ante la posibilidad de haber quedado eliminados, los Bucks jugaron un baloncesto ofensivo más agresivo que en el quinto encuentro, que perdieron en Boston. Especialmente Antetokounmpo, que salvó a Milwaukee tras anotar 20 de sus 34 puntos en la segunda parte, cuando acertó 8 de 14 tiros de campo.

Jayson Tatum surgió como líder encestador de los Celtics al conseguir 22 puntos, tres rebotes, tres asistencias, recuperó dos balones y perdió otros tres. Terry Rozier llegó a los 16 puntos, Jaylen Brown y Marcus Morris anotaron 14 tantos cada uno y Al Horford aportó 10 puntos y 10 rebotes.

 

El escolta Victor Oladipo, al igual que el resto de los Pacers de Indiana, recibieron una compensación moral al gravísimo error que cometieron los árbitros que dirigieron el quinto partido de la eliminatoria de playoffs de la Conferencia Este que disputaron contra los Cavaliers de Cleveland y que perdieron (98-95).

El gran tapón que puso LeBron James, de los Cavaliers, sobre una penetración de Oladipo al final del partido tendría que haber sido señalado como interferencia y haberle dado los dos puntos a los Pacers cuando el marcador señalaba un empate a 95-95.

No lo hicieron los árbitros y LeBron James aprovechó la última posesión del partido para anotar el triple decisivo sobre la bocina para dar el triunfo a Cleveland. La NBA reconoció del fallo de los árbitros.