El presidente del Parlament, Roger Torrent, ha propuesto hoy de nuevo al número dos de JxCat, Jordi Sànchez, para ser elegido presidente de la Generalitat en un pleno aún sin fecha, y el expresidente Carles Puigdemont ha pedido al Estado que permita al candidato encarcelado acudir a su investidura.

Torrent ha terminado hoy la ronda de contactos telefónica con los grupos del Parlament que inició ayer y ha anunciado el nombre de Sànchez porque es "el que aúna más apoyos y tiene todos los derechos políticos plenamente vigentes", a pesar de estar en prisión preventiva.

Es la cuarta propuesta de candidato a la presidencia a la Generalitat que realiza Torrent, después de las investiduras fallidas de Carles Puigdemont, el exconseller Jordi Turull -hoy en prisión- y el mismo Jordi Sànchez, al que el Tribunal Supremo no le autorizó su salida de la cárcel para acudir a su primera sesión de investidura.

En JxCat son conscientes de las dificultades que entraña la candidatura de Sànchez, pues requiere de un poco probable excarcelamiento por parte del Supremo y choca además con la abstención de la CUP, lo que no garantiza los votos necesarios.

Pero la primera fuerza del independentismo ha optado por reiterarse en esta vía porque, en esta segunda ocasión, podrán alegar ante el Supremo la admisión a trámite de la demanda del propio Sànchez ante el Comité de Derechos Humanos de la ONU, organismo que aún no se ha pronunciado sobre el fondo de la cuestión pero que sí pidió a España que se garanticen los "derechos políticos" del demandante.

Torrent no ha anunciado hoy la fecha del pleno, pero fuentes parlamentarias apuntan que podría ser la semana que viene, aunque su celebración estará condicionada por los plazos que se marque el Supremo para resolver la nueva petición que la defensa de Sànchez deberá hacer para solicitar su excarcelación o un permiso para acudir al Parlament.

En este contexto, Puigdemont, desde Berlín, ha pedido al Estado que permita la investidura de Sànchez, pues considera que el candidato tiene "intactos sus derechos" para ser presidente de la Generalitat y estos deben ser garantizados, a tenor de lo que interpreta del escrito del Comité de Derechos Humanos de la ONU.

Puigdemont ha planteado la necesidad de una mediación internacional y ha llamado al Estado a dialogar, algo que también ha hecho Sànchez, que ha afirmado en un tuit que "se acerca la hora de la negociación".

El número dos de JxCat, que en su momento fue el "plan B" tras la fallida investidura de Puigdemont, cuenta con los votos favorables de JxCat y de ERC, y el diputado republicano Ernest Maragall se ha mostrado a favor de que el pleno de su investidura tenga lugar en los próximos días.

Pero Sànchez, en el caso de que fuera excarcelado y pudiera presentar en el pleno su candidatura a la investidura, no tiene garantizados los votos necesarios porque la CUP mantiene la abstención de sus cuatro parlamentarios, lo que frustra la mayoría absoluta.

Como Puigdemont ha descartado renunciar a su escaño, sería necesario que su voto fuera delegado junto con el del exconseller de ERC Antoni Comín -que sigue en Bélgica y tampoco ha dejado el acta- para que así Sànchez pudiera resultar elegido en segunda vuelta, por mayoría simple, con la abstención de la CUP.

Ciudadanos, PSC-Units, Catalunya En Comú-Podem y PPC han anunciado que votarán en contra del nuevo candidato en el pleno de investidura, si es que se llega a celebrar.

En concreto, Ciudadanos ha reprochado a los independentistas "la vuelta atrás al capítulo de Jordi Sànchez" en una "novela del 'procés' que nunca acaba", en palabras de la parlamentaria Lorena Roldán, que ha afeado a Torrent que "ejecute" las órdenes de Puigdemont.