El secretario de Justicia y Nuevos Derechos del PSOE, Andrés Perelló, ha criticado hoy ante el monumento a Franco erigido en Santa Cruz de Tenerife que "las dos derechas", en referencia a PP y Ciudadanos, vetan en el Congreso de los Diputados la nueva ley de Memoria Histórica que promueven los socialistas.

En declaraciones a los medios de comunicación, Andrés Perelló ha expresado que se trata de una reforma que "simplemente" pretende fisurar aquellas grietas provocadas por el franquismo.

Andrés Perelló ha criticado que el presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, presuma de haber dejado a cero el presupuesto dedicado a memoria histórica, lo que ha supuesto que no se haya podido seguir en la tarea de atender el derecho humano de enterrar a los muertos.

Perelló ha manifestado que entiende que a veces "las derechas modernas y antiguas" tengan problemas referidos al modelo económico, pero que al ser derechas "confesionales" lo que no es entendible es que intenten que no se entierre a los muertos con dignidad.

Asimismo ha aseverado que los muertos represaliados por el franquismo son "los que tenían razón" porque luchaban por la libertad y que, además, ganaron la guerra mundial después de vencer al nazismo y al fascismo.

"Aquí tuvimos la mala pata de que ganaron los que apoyaron al nazismo y al fascismo", ha agregado el responsable federal del PSOE.

La voluntad del PSOE, ha expresado Perelló, es llevar adelante esta ley a pesar de Rajoy, Rivera y con la voluntad de los ciudadanos.

"Si lo único que hace falta es cambiar al inquilino de la Moncloa habrá que cambiarlo ya que las derechas españolas están felices como perdices sin reconocer la historia y con el retroceso de libertades que tenemos", ha indicado Perelló quien ha subrayado la necesidad de sustituir a Rajoy para sustituir sus políticas.

Perelló también ha resaltado que los monumentos que rinden tributo a Franco son "inconcebibles" y no se imagina que en otros lugares como Berlín o Roma enaltezcan y rindan honores al nazismo o al fascismo porque estaría demolido desde que acabó la guerra mundial ya que la apología del nazismo y fascismo son tipos penales "en esos países poco sospechosos de no ser democracias perfectas".

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