El chalet que el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y la portavoz del grupo confederal en el Congreso, Irene Montero, han comprado en la localidad madrileña de Galapagar, se ha convertido esta tarde en el asunto más comentado en Twitter en España, con más de 35.000 referencias.

Ambos dirigentes de Podemos, que serán padres de gemelos el próximo otoño, han comprado un chalet de 260 metros cuadrados de una sola planta y con piscina en esa zona residencial del norte de Madrid valorado en más de 600.000 euros y al que tienen intención de mudarse en breve, según han confirmado a Efe fuentes de la Secretaría General del partido.

La información, adelantada por OKdiario, ha provocado todo tipo de comentarios en Twitter, entre ellos los de Gabriel Rufián -"Pues a ver cómo acaba lo de Pablo CasaMADRE MÍA LA CASA DE IGLESIAS Y MONTERO", ha escrito el diputado de ERC- y Gloria Elizo, diputada de Podemos: "Debe ser un escándalo para algunas personas que Iglesias y Montero se hipotequen en una casa, en lugar de conseguirla gratis mediante favores políticos sobres y concursos adjudicados como acostumbran en las cloacas".

Iglesias y Montero, que hasta ahora residían en la localidad de Rivas-Vaciamadrid de alquiler, han solicitado conjuntamente una hipoteca de 540 mil euros a pagar en 30 años, según explican a Efe desde su entorno.

Las mismas fuentes aseguran que uno de los motivos de que hayan elegido esa vivienda, además de la necesidad de mayor espacio ante la llegada de sus dos hijos, es la cercanía de un colegio público que utiliza un método educativo de aprendizaje alternativo.

En los próximos días la compra de esta vivienda unifamiliar les obligará a modificar su declaración de bienes para entregar esos nuevos datos al Congreso de los Diputados.

Hasta ahora, en la declaración de bienes publicada en la página web del Congreso de julio de 2016, poco después de las elecciones, Iglesias declaraba tener una vivienda en propiedad en la provincia de Ávila, adquirida en 2013, así como una motocicleta del año 2012 y varios depósitos bancarios con un saldo de 125.437 euros.

Por su parte, Irene Montero no declaraba ninguna vivienda en propiedad, pero sí tres cuentas corrientes con un saldo de 22.313 euros y un turismo.

El código ético de Podemos obliga a todos los cargos del partido a no cobrar más de tres salarios mínimos, y a donar el resto de su sueldo a diferentes organizaciones o su formación política.