La policía de California está buscando a varios sospechosos que apalearon con un ladrillo a un hombre mexicano de 91 años durante los festejos del 4 de julio. Según ha relatado Erik Mendoza, nieto de la víctima, su abuelo desapareció mientras la familia veía los fuegos artificiales por el Día de la Independencia estadounidense. Lo encontraron minutos después tirado en la calle, ensangrentado y con las costillas rotas.

Según un testigo, el hombre trató de adelantar a una madre y a su hija en la acera cuando el nonagenario accidentalmente tropezó con la pequeña. Este hecho provocó el enfado de la mujer, que tiró el hombre al suelo y comenzó a "golpearlo repetidamente en la cara con un ladrillo mientras gritaba: 'Vuelve a tu país'".  Minutos más tarde, el ataque continuó. Un grupo de jóvenes se fue a por él acusándole de haber intentado secuestrar a la pequeña. "Le dieron una patada a Rodríguez y le pisotearon la cabeza", asegura el mismo testigo.  "¿Por qué? ¿Por qué me pegáis?  "'Por favor, alejaos", decía el hombre sollozando en español. 

"Fue terrible, terrible, terrible", asegura el testigo, que también grabó un vídeo como prueba. "Había mucha sangre en su cabeza y en su rostro". 


Rápidamente, llamó a la Policía y a una ambulancia. La familia del anciano no entiende que haya podido sucederle una cosa así a su anciano. "¿Qué peligro supone para alguien un señor de 91 años?", repiten. La familia ha abierto una campaña GoFundMe para ayudar a pagar las cuentas médicas del anciano. En tres días, más de 5.500 personas han donado 210.000 dólares, superando con creces la meta original de 15.000 dólares de la familia.

Según The Washington Post, desde que Trump llegó a la presidencia de EE.UU., ha aumentado un 17% los delitos contra los hispanos en California.