El portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardá, considera que la dirigente de la CUP Anna Gabriel, que no acudirá mañana a declarar al Supremo y se quedará en Suiza, es una "víctima" al enfrentarse a una causa "que no es judicial sino política".
Tardá ve por tanto "legítima" su estrategia de defensa y entiende que el "meollo" del problema no es la actuación de las víctimas -ha insistido- sino la "persecución" política y judicial del independentismo.
Después de acompañar al Tribunal Supremo a la expresidenta de la Asociación de Municipios para la Independencia (AMI) Neus Lloveras y al expresidente de la Generalitat Artur Mas, Tardá ha insistido en que lo que se busca con esta macrocausa es "descabezar" al independentismo y sustituir a "una generación" de independentistas que tienen el aval de las urnas.
Cree Tardá que todo esto es una "anomalía" que tiende a crecer, quejándose de no hallar el "suficiente" eco entre los demócratas españoles.