Agentes de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional han posibilitado la detención en la localidad de Sanliurfa (Turquía) de I.J., de 26 años de edad y nacionalidad marroquí, considerado por los investigadores como uno de los principales impulsores de las redes de captación, adoctrinamiento e inserción que desde Marruecos y España facilitaban el envío y traslado de yihadistas a Siria e Irak. Además, es uno de los primeros foreign fighters o combatientes extranjeros en integrarse a las filas de la organización terrorista DAESH en la denominada zona de conflicto, a donde huyó en 2012.

La Policía le considera una pieza clave en el cruce de fronteras entre Turquía y Siria. Una de sus principales misiones era recoger a los nuevos miembros de la organización en la ciudad de Gaziantep, en Turquía (al norte de la ciudad de Alepo en Siria) y ayudarles a cruzar la frontera sin ser detectados por las autoridades turcas e insertarles en las distintas ciudades del país árabe donde opera DAESH.

El detenido huyó a Siria como combatiente extranjero en abril de 2012 cogiendo un vuelo desde Marruecos con destino Turquía. Una vez allí sobre el terreno, además de favorecer el paso fronterizo, continuaba de forma remota las labores de captación, principalmente para lograr la atención de chicas jóvenes en España, a las que hacía falsas promesas sobre las ventajas de desplazarse a Siria e Irak para realizar la yihad. Su perfil, un chico joven, con un discurso radical, es empleado por la organización terrorista para explotar el papel del reclutador.

Esta es una operación que se encuadra en actuaciones de la Policía Nacional que ha propiciado desde 2014 la detención de 11 personas cuya intención era desplazarse a zonas de conflicto. Las investigaciones policiales han logrado detectar al ahora detenido y radicar sobre todo su peligrosa función de captador, que ha motivado el impulso de acciones paralelas por los investigadores para ejecutar su arresto más allá de nuestras fronteras.

La detención se ha practicado gracias a una Orden Internacional de Detención impulsada por la Comisaría General de Información de la Policía Nacional y emitida en mayo de 2015 por el Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional. Un operativo que ha contado con la colaboración y apoyo del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).