“Señoras, señores, me alegro. ¡Buenos días!

Es viernes 27 de octubre. Saben que el domingo vamos a cambiar la hora. A las 3 de la mañana volvieran a ser las 2. Amanecerá antes. Ahora mismo, lo más occidental de España, en Galicia no amanece hasta las 10, al igual que en la isla de El Hierro, aunque allí es una hora menos.

Hoy viernes, deberíamos dedicarnos a la crónica del espectáculo dándoles la bienvenida al circo.

Ayer, todo esperpento, toda montaña rusa, la risa del látigo, las tres pistas en marcha, todo tipo de payaso y espectáculo. Ayer asistimos a uno de los peores mejores momentos de la democracia española. Lo de ayer es para reflejarlo en los libros de historia. Ayer, muchos mirando al balcón, y a éste no salió nadie. Toda la noche, gente mirando hacia arriba. Ayer, lo adelantábamos, las cuatro cosas que podía hacer este pájaro de la política, Carlos Puigdemont, pues no hizo ninguna de ellas. Añadimos una quinta a última hora, que es la especialidad de este hombre, no hacer nada y pasar la pelota. Esa no la contemplábamos, pues es lo que pasó.

Carlos Puigdemont salió de una reunión de la Generalidad y del Consejo a última hora de la noche de anoche, dispuesto a declarar toda independencia. Por la mañana, cambió de opinión y después de negociar con Urkullu e Iceta, accedió según parece a las elecciones para el 20 de diciembre, pero como esto también se filtró, empezó a ver a toda la chusma que también ha alimentado durante tanto tiempo de la Asamblea Nacional Catalana y de la CUP llamándole traidor y volvió a arrugarse, e intentó negociar con el Gobierno que él convocaba elecciones pero que quería impunidad y la libertad inmediata de 'los Jordis', con paralización de cualquier proceso llevado a cabo por la Fiscalía.

El Gobierno no podía aceptar esa humillación. Así que al final, ni elecciones, ni DUI, ni nada. 'Maricarmen, mañana sesión en el Parlament y a ver si votáis vosotros la independencia'. 'No, no, la independencia la declaras tú que eres el presidente'. Junqueras presionando por detrás. Algunos de su propio partido del PDeCAT diciendo que elecciones nada y los del otro partido lo contrario.  

A eso de las 13:30 iba comparecer para decir que iba a haber elecciones. Después, se dijo a las 14:30, después a las 15:30 ya con la ducha escocesa a todo lo que da, y después por la tarde y por último, le dio la patada a seguir. ¿Qué pasó en esas horas? Pues que todos se le tiraron al cuello. Todo pájaro cantará muy bien pero mucha presión no aguanta. Le dio miedo la reacción del independentismo, si se plegaba a convocar elecciones.

En ningún momento propuso restaurar la legalidad. No tenía impunidad y encima le llamaban traidor. El Gobierno hizo bien en no aceptar la oferta trampa de Puigdemont, que era una humillación. Atentos a la radio y a las pantallas. Damas y caballeros, porque el circo le va a ofrecer a lo largo del día cómo en el Parlamento catalán van a hacer piruetas, algún tipo de votación secreta puede ser o pasar la pelota. Habrán ido alcaldes que de forma simbólica que convocarían la independencia. ¿Y eso sirve para algo a los yonkis que están agarrados a la farola pidiendo la independencia? Pues no lo descarten.

Hoy es un día de palomitas en el sofá. Qué calamidad, qué escalabro, qué devastación, qué siniestro es todo en lo que ha convertido Cataluña. Y no olviden que cualquier esperpento en manos de un desquiciado siempre puede empeorar.”