Como todos, Marcos fue adolescente y durante ese periodo de la vida, los estudios no eran lo más importante para él, "fue la año maldito, la adolescencia, estaba despistado, no saber que hacer, que voy a decir todos hemos sido adolescentes". 

Pero como no hay mal que cien años dure, Marcos dejó su pueblo Mediana de Aragón, una pequeña localidad de tan solo 500 habitantes y se fue a Zaragoza a vivir con una de sus abuelas, "fue el año que cursé el TAFAD, a distancia en Zaragoza, me separé de la rutina de mi pueblo y tuve que empezar a hacer las cosas solo como ir a la biblioteca y comencé a cambiar. Descubrí que soy de las personas que les gusta estar solo, ir a la biblioteca, correr solo, hay gente que es al revés".

Consiguió el grado superior de Técnico de Animación de Actividades Físicas y Deportivas en el IES Francés de Aranda en Teruel y desde ese momento todo son éxitos, buenas notas y becas, "deseo ser un ejemplo para los chavales, quiero que sepan que si uno se pone las pilas cambia y ojalá alguien me hubiera dicho que la adolescencia pasa y viene la edad adulta".

Y ¿hay secreto, clave, fórmula para cambiar? Pues sí, al menos para este joven aragonés, "si consigues disfrutar aprendiendo, los premios llegan. Me esforcé por conocerme, estudiar es como un juego, y cada uno debe encontrar como disfrutar estudiando, como por ejemplo,  voy a hacer un esquema, esto lo repaso dos veces, esto solo una vez...".

Y no tener miedo a los comentarios de los amigos del pueblo, "lo llevaba en secretillo, ellos sabían que me había centrado más, que estudiaba más...pero ahora desde que salgo en los periódicos  mi teléfono parecía una centralita y el de mi madre, mi abuela está muy contenta".