A veces tardan unos cuantos años, pero al final los acaban pillando. Es el caso de las personas que no comunican a la Seguridad Social el fallecimiento de sus seres cercanos para seguir disfrutando de la pensión después de la defunción.

Uno de estos casos ha comenzado a enjuiciarse este lunes en La Coruña, donde una pareja se enfrenta a 3 años de prisión por haber cobrado durante 23 años la pensión –una ayuda de discapacidad- del padre de ella y de su suegro. Como solicita la acusación, el matrimonio tendrá que devolver lo obtenido ilícitamente durante todos estos años, que asciende a 68.000 euros.

El próximo 4 de mayo arranca otro juicio contra una mujer que presuntamente cobró la pensión de su madre desde 1998 hasta 2014, ascendiendo el total defraudado a más de 1000.000 euros. Por estos hechos se enfrenta a un delito de estafa y de apropiación indebida. La Fiscalía ha pedido una pena de 4 años de prisión y multa de 3.000 euros.

No son los únicos casos. Por ejemplo, en noviembre la Audiencia Provincial de Almería condenó a un año de prisión a una mujer por apropiarse de 108.000 euros de una pensión durante 16 años. Como advierte el Tribunal Supremo en estos casos, hay que tener claro que es autor del delito de estafa no solo la persona que lo comete sino también la que oculta datos relevantes.