Ramón Rodríguez Arribas, el que fuera vicepresidente del Tribunal Constitucional, ha asegurado que la decisión de la Audiencia Territorial de Schleswig-Holstein de decretar libertad bajo fianza para el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, no es un varapalo para la justicia española, sino “un disgusto”.

En declaraciones a 'Mediodía COPE', el ex magistrado ha lamentado las palabras de la Ministra de Justicia alemana, Katarina Barley, que ha calificado de “absolutamente correcta” la decisión del juez germano. Para Rodríguez Arribas, las palabras de la ministra son “inaceptables”, ya que suponen la “intromisión de un órgano político” en una el ejercicio de los tribunales propios o ajenos. El exmagistrado ha subrayado que las palabras de Barley son incompatibles con la democracia y apostilla que las declaraciones demuestran “que estamos todos locos y que la locura es contagiosa”.

El exmiembro del Tribunal Supremo se ha referido también al papel y la utilidad de la Órdenes de Detención Europeas en el marco político actual. Rodríguez Arribas señala que estas herramientas se crearon para que un juez de Colonia pudiera comunicarse con un juez de Santander, “de la misma manera y sin pasar ninguna otra instancia” que un juez de Pamplona puede dirigirse a un juez de Huelva.

Sin embargo, el antiguo vicepresidente del Constitucional cree que este mecanismo de la euroorden, impulsado en el acuerdo Marco, “puede verse destruido” si se continúa con la tendencia actual. Además, añade Rodríguez Arribas que, de no arreglar la reciprocidad entre jueces de diferentes países democráticos, la euroorden va a quedar “en estado comatoso”.