El Ministerio del Interior ha tenido que hacer frente a 125 incursiones con “malwere” a las infraestructuras claves del Estado en los meses de enero y febrero de este año. Una incidencia que prácticamente duplica la registrada durante todo el año 2014. 

Son 125 ataques informáticos que afectaban a sectores estratégicos tan importantes como el sistema financiero y tributario, las telecomunicaciones, los transportes, la energía, la alimentación o el agua potable. Esto ha obligado a reforzar las medidas de prevención y establecer un dispositivo extraordinario en el Centro Nacional de Protección de Infraestructuras y Ciberseguridad. 

El presidente de la Asociación de Usuarios de Internet, Miguel Pérez Subías, explicaba en COPE que “los ciberdelincuentes buscan siempre puntos de entrada en las redes utilizando básicamente dos técnicas: Intentar sistemáticamente buscar vulnerabilidades en equipos de forma indiscriminada o haciendo llegar virus y malware a través de correos maliciosos y hacerse con el control de algún ordenador o infraestructuras. Este último es el que busca controlar infraestructuras críticas como los transportes, el agua y otros sectores estratégicos para el funcionamiento de un país.”

Pérez Subía añadía que “la manera más peligrosa de actuar de estos virus es cuando están silenciados durante un tiempo porque los quieran usar en una acción concreta”.

Los agentes de la Policía y la Guardia Civil que combaten estos ciberdelitos son, generalmente, jóvenes y con estudios universitarios. Los delitos contra los que luchan incluyen también el ciberterrorismo yihadista, y otros tan graves como la pornografía infantil, las estafas y los fraudes informáticos, el robo de información o los que afectan a la propiedad intelectual.

Como todo está interconectado, decía en COPE el presidente de la Asociación de Usuarios de Internet, “ buscan puntos de entrada por múltiples caminos. En paralelo, las medidas de seguridad van creciendo, pero es una carrera sin fin porque aumenta los servicios informáticos y los ordenadores interconectados”.

Los terminales móviles están ahora en el punto de mira de estos ciberataques y en un futuro muy cercano, sentenciaba Pérez Subías, “se incluirá los dispositivos del Internet de las Cosas”.