Algunos lo conocían como el “Chinatown” de Madrid, el restaurante chino por excelencia de la capital. Se encuentra en la Plaza de España, y con la reforma prevista por el Ayuntamiento de Manuela Carmena, se verá obligado a cerrar sus puertas.

No será el único negocio de la zona que se verá afectado, porque los locales situados junto a este, también tendrán que cerrar. En tres meses comenzarán las obras del proyecto de transformación de la plaza y todo lo que habrá alrededor de ella. La galería comercial de la zona se convertirá en un recinto más amplio, moderno y en el que habrá más luz. Los locales de la zona, como informa ABC en su web, serán sacados a concurso por el Ayuntamiento para rediseñar el nuevo espacio de ocio.

La galería comercial, con casi 300 metros cuadrados, absorbe la mayoría de su público de los clientes del aparcamiento anexo, aunque también de ciudadanos asiáticos. En el subterráneo se ubican la garita del parking, los cajeros automáticos y los tres locales. Son regentados por chinos y algunos de ellos, incluso, están diseñados fundamentalmente para el público inmigrante. Es el caso de la agencia, cuyos trabajadores son chinos y está especializada en viajes a este país. El supermercado, en cambio, también es frecuentado por españoles, pero donde es más evidente es en el popular restaurante, famoso y reconocido pese a su aspecto descuidado. Cualquiera que pase por este espacio verá largas colas de comensales esperando para entrar al pequeño establecimiento, especialmente los fines de semana, aseguran en la información de ABC.

El delegado madrileño de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, defendió el pasado mes de junio, que se mantendrá el proyecto para la reforma de la plaza de España salvo en cuestiones muy puntuales de carácter técnico o jurídico, como es el caso de la decisión de la Comisión Local de Patrimonio de impedir la rotación de la estatua de Cervantes.

Entre esas variaciones se encuentra la imposibilidad de girar 180 grados la estatua del Quijote que se encuentra en medio de la plaza de España, tras la decisión adoptada el mes pasado por la Comisión Local de Patrimonio, en la que tiene mayoría la Comunidad de Madrid. "Primero dijo que autorizaba la rotación y ahora dice que no. Paloma Sobrini sabrá por qué, pero tenemos que respetar su criterio", expuso el edil de Manuela Carmena.

Aunque inicialmente el Ayuntamiento pretendía demoler el muro de los Jardines de Sabatini para favorecer la accesibilidad universal, tras las alertas de la Comunidad de Madrid se modificó el proyecto, con lo que el muro se mantendrá y se construirán rampas totalmente accesibles. El delegado defendió además su proyecto de transformación de este espacio que permitirá el acceso peatonal entre distintos puntos del centro de Madrid, la reducción del tráfico, hacer más accesible el entorno y también rebajar la contaminación.

El Ayuntamiento de Madrid planea comenzar este otoño la remodelación de la plaza de España, una reforma que ya pretendía acometer el anterior Gobierno del PP y que el equipo de Manuela Carmena reorientó con la idea de crear una gran zona verde conectada con la Casa de Campo.