Esta científica, aunque vallisoletana, lleva en Madrid desde los 17 años. Reconoce a ésta como su ciudad, la que le acogió, en la que creció como persona, y en la que construyó su familia.
Sus investigaciones en el CSIC, en el Centro de Automatización y Robótica, y la Universidad Politécnica de Madrid, derivaron en la fundación de la empresa tecnológica Marsi Bionics. Con ella ha hecho realidad el sueño de niños que no tienen movilidad, debido a diversas enfermedades neurológicas. Son muchos los niños que sufren la falta de autonomía y no tienen capacidad de movimiento, unos 17 millones. Pero a Elena la petición de ayuda le llegó concretamente a través de los padres de Daniela. Ese es el punto de partida del primer prototipo de exoesqueleto pediátrico que existe en el mundo, un proyecto pionero.
ATLAS2020/2030 se acopla a las piernas y al tronco de los pequeños que no se pueden sostener, hace de los músculos que les faltan, les aporta movilidad.
Elena recuerda ese instante en que colocaron a Daniela el exoesqueleto: “Era un sábado, y nos reunimos con las familias, vinieron también mis hijos. En el momento en que empezó a caminar se quedó seria y miró a sus padres; su hermano comentó que veían por primera vez cómo era de alta Daniela ...”. A medida que los niños van utilizándolo se van adaptando, siempre hay cosas nuevas que mejorar. Y sobre todo, les “aporta una nueva visión de la terapia, la que incluyen en actividades lúdicas, como jugar al baloncesto”.
Pide la colaboración a través de la campaña de crowdfunding, que es permanente. Y hace un “llamamiento a grandes empresas que tengan interés en ayudar a las familias, directamente. Se trata de visibilizar la labor que se está realizando y dar la posibilidad de tener una vida normalizada”.