Son jóvenes de entre 13 y 17 años. Se dedican a drogarse con botes de disolvente y bolsas de plástico. Roban, queman contenedores y agreden física y verbalmente a los vecinos. Ellos están hartos de la situación y piden a los responsables de los centros donde viven, una mayor vigilancia.

Los jóvenes provienen de familias cuyos padres por distintos motivos han perdido la custodia. Muchos son víctimas de violencia de genero. Son acogidos en dos centros, a escasos metros uno del otro, y quedan bajo la tutela de la Comunidad de Madrid. El primer centro, Residencia de Primera acogida Hortaleza, esta situado en la calle Valdetorres del Jarama, aquí viven chicos entre 14 y 17 años. En el segundo centro, Isabel Clara Eugenia, hay menores de 14. Todos entran y salen sin ningún tipo de supervisión. Dejan la puerta medio abierta, y si esta se cierra, saltan sin problemas el muro de dos metros. Caminan y se mueven por el barrio sin que nadie les vigile a cualquier hora del día

Los vecinos dicen que a partir de las siete de la tarde evitan salir a la calle. Y si lo hacen, intentan dar un rodeo y no pasar por las calles donde se encuentran estos dos centros. Sus principales víctimas son personas mayores, pero también grupos de adolescentes. Una situación que llevan sufriendo desde hace ya mucho tiempo, aunque se ha agravado especialmente en los dos últimos años.