Desde que se conoció la noticia, las muestras de cariño hacia la familia y el rechazo absoluto ante este acto no han cesado. La tristeza ha ido en aumento al conocer los detalles de las agresiones sufridas por la niña, de 8 años, a manos de su tío, Iván Pardo. 

Más que agresiones, torturas. Magulladuras y golpes por todo el cuerpo, edema cerebral, rotura de bazo..y marcas de atadoras en muñecas y tobillos. Un acto sádico propio de un enfermo. 600 personas se concentraban el sábado  en la plaza de España donde se guardó un minuto de silencio y se leyó un sentido comunicado con el que se hacía un llamamiento para que, con el trabajo de todos unidos, hechos como este no se vuelvan a producir.

Diversos colectivos sociales y educativos han mostrado su pesar por el trágico suceso. El detenido y presunto autor de la brutal paliza que sufrió la pequeña se encuentra en la prisión de Zuera desde la noche del sábado. En primer lugar, el acusado explicó que la niña se había caído de forma accidental por las escaleras. Después, confesó lo ocurrido. Iván Pardo, de 33 años vivía con su madre y con dos sobrinas, hijas de una hermana. Ese día también tenía a su cuidado a Naiara y aprovechó que la madre no estaba en casa para acometer las agresiones que acabaron con la vida de la menor.

La familia está sumida en el dolor y ha sido atendida por los servicios sociales, que les están apoyando en estos momentos tan duros. La fecha y hora del funeral todavía se desconoce. La investigación continúa. La jueza decidirá si necesita más declaraciones.