Estos días han aparecido un centenar de ejemplares de la medusa carabela portuguesa en Formentera. El 112 pide que ante un avistamiento se avise por teléfono a emergencias, no se toque y en caso de tener perros evitar que las huelan o las pisen.

Esta especie suele habitar en el Atlántico aunque no es extraño verlas por el Mediterráneo. En esta ocasión los temporales y el viento de las ultimas semanas las han traído a aguas de Baleares y no se descarta que en los próximos días puedan encontrarse ejemplares en otras islas. El problema, según indica la bióloga del Palma Aquarium, Diana Alonso, es que están en época reproductiva y están rodeadas de plancton que es su principal fuente de alimentación. “Aunque son peligrosas y provocan un dolor muy intenso por sus toxinas no son mortales en condiciones generales a excepción de que la persona sea alérgica o sufra alguna patología grave previa”, explica la bióloga.

No hay manera de combatirlas pero por su tamaño son fáciles de avistar. Son ejemplares grandes que se pueden ver con facilidad porque al flotar sobresalen de la linea de agua unos 15 centímetros. Ademas, van en grupo. Los biólogos piden a los bañistas que en caso encontrarlas se alejen porque los tentáculos son muy largos, pueden llegar a medir lo mismo que cinco coches colocados en línea. El nombre, carabelas portuguesas, les viene de su parecido con las embarcaciones del país vecino.

El Consell de Formentera, a través del área de Medio ambiente, ha recogido durante los últimos días un centenar de carabelas portuguesas en las playas y zonas de baño de la isla. En concreto, el servicio de limpieza de playas ha retirado 89 en Migjorn, nueve entre cala Embaster y es Caló de Sant Agustí y un par en la playa de ses Illetes.