Este verano comenzará una campaña de control, y después se extenderá de manera permanente, para evitar el fraude en los descuentos de residente además de una mayor seguridad, “a día de hoy no se pide el DNI y éste será un requisito a partir de ahora para el embarque tal y como se hace en transporte aéreo, creo que es una cuestión necesaria” ha afirmado el conseller de Territorio, Energía y Movilidad Marc Pons. En paralelo, las propias compañías navieras tendrán que suministrar toda la información de los pasajeros a Capitanía Marítima y a Marina Mercante. Destacan, desde el ejecutivo balear que el trayecto Ibiza- Formentera es el más utilizado y por tanto, el que tendrá un control más estricto.

La Mesa de Transporte Marítimo también ha abordado un incremento en las conexiones marítimas con la península, en especial Mallorca, además de un aumento del 35% de la capacidad de carga de mercancías en los barcos que cubren las conexiones entre Barcelona y Palma y de un 10% en las conexiones con Valencia. Pons ha asegurado que “el incremento de la capacidad de carga supondrá una garantía de los suministros en las islas Baleares durante la temporada alta”.

El Govern balear ha pedido al gobierno de España que cualquier tipo de vehículo particular que acompañe a un pasajero residente se le aplique el descuento, pero desde Madrid aún no han respondido a la petición. Mientras, el conseller de Movilidad Marc Pons ha avanzado que el gobierno balear asumirá el coste de la bonificación del 75% de descuento para los vehículos de las personas con discapacidad, en cumplimiento de la ley de accesibilidad aprobada por el Parlamento de las Islas Baleares. Pons ha afirmado que “es un paso más que ayuda a que la gente se pueda mover y se pueda mover con todas las garantías”.