Inmaculada, casi perfecta. Con estos adjetivos se podría calificar la temporada del RCD Mallorca en su primera temporada en el fútbol semi-profesional tras 32 años en la élite de este deporte. El segundo año del 'proyecto Sarver' ha dado sus primeros frutos, aunque para ello se haya tenido que sacrificar una temporada.
Pese a la desconfianza de gran parte del mallorquinismo, la confección de la plantilla por parte de Maheta Molango y el resto de la secretaría técnica ha resultado ser un acierto indiscutible, pues así lo demuestran los números del equipo: 23 victorias y 14 empates en 42 partidos, sumando un total de 37 encuentros sin perder. El liderazgo de Vicente Moreno al frente del equipo ha sido incontestable -y más teniendo en cuenta la remodelación que este sufrió tras el descenso-, logrando una implicación casi pasional por parte de sus jugadores.
Este lunes el equipo pone punto y final a un largo año en la Segunda División B. La última victoria frente al Rayo Mahadaonda ha consagrado al Mallorca como campeón de la competición, demostrando que su paso por la 'división de bronce' no iba a pasar más allá de la anécdota. Ahora, llega el momento de remodelar una plantilla que a día de hoy, presenta 'overbookin': 27 jugadores (todos salvo Cedric) tienen contrato en vigor, sobrepasando en dos fichas el máximo que permite la Segunda División (25).