El incendio ocurrió, concretamente, el pasado 27 de marzo en los parajes la "Vatenza" y "Las Prailas", donde las llamas arrasaron un total de 285.000 m2 de zona forestal con reforestación reciente de pino, encina y coscoja.
Las actuaciones llevadas a cabo por el SEPRONA determinaron que el origen del incendio se debió a una presunta imprudencia del ahora investigado, al haber realizado una quema ilegal de restos de poda en una parcela de su propiedad, sin haber llegado a adoptar unas mínimas medidas de seguridad y bajo condiciones climatológicas adversas, con rachas de viento superiores a los 35 km/h.
El fuego se extendió con gran rapidez debido a que el implicado abandonó el lugar de la quema, sin haberse cerciorado de que estuviera totalmente apagada.
El Código Penal establece penas de prisión de 1 a 5 años para quienes incendien montes o masas forestales. Si ha existido peligro para la vida o integridad física de las personas, se castiga con penas de 10 a 20 años de prisión.