La campaña del Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, contra los medios de comunicación españoles forma parte de una estrategia para tapar la incapacidad de su gobierno y derivar la responsabilidad de la situación del país a un enemigo ficticio. Decir que los medios de comunicación españoles están preparando una invasión de Venezuela solo puede caber en la mente de un desquiciado. Si el pueblo venezolano es protagonista diario de los medios españoles es por un sentido de responsabilidad histórica frente a un sistema autoritario que vulnera la libertad de expresión, mantiene encarcelados a presos políticos y tiene sometida a la ciudadanía a un proceso de miseria colectiva. Venezuela se encuentra en una situación límite en la que la población vive con mucho menos de lo básico y en la que la ayuda de Cáritas ha sido prohibida por el gobierno.Mientras la Asamblea Nacional de Venezuela gestiona un referéndum revocatorio del presidente Maduro, se acrecienta el rumor de que el gobierno planifica un autogolpe de Estado con el ejército. Cualquier presencia española en ese país tiene el riesgo de ser instrumentalizada. Es lo que ha ocurrido con la visita que el ex Presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, está realizando a Venezuela. Una visita inoportuna que está causando malestar en algunos sectores destacados del PSOE, que saben de los esfuerzos de Felipe González para lograr la liberación de los presos políticos. No tiene sentido dar un balón de oxígeno a quien está ya asfixiado por el juicio de la historia.