Esta semana algo parece estar moviéndose en Venezuela. A la Mesa de la Unidad Democrática se ha sumado un sector disidente del oficialismo chavista, entre el que figuran exfuncionarios y algún exministro. El lunes pasado, este sector disidente organizó una rueda de prensa para sumarse a la petición de convocatoria, durante 2016, del referéndum revocatorio.El domingo pasado volvió a abrirse la frontera con Colombia para que los venezolanos pudieran cruzar en busca de alimentos y medicinas. La población no aguanta más y las fisuras que provoca la situación socioeconómica parecen alcanzar al propio régimen.Es verdad que el chavismo ha respondido con el despido de más de mil funcionarios y trabajadores estatales, pero no lo es menos que la presión va a hacerse difícilmente soportable. Colombia rechaza abrir un corredor y los venezolanos pasan hambre. Hay que evitar a toda costa que Venezuela explote socialmente y que el chavismo use la violencia represiva. Pero los venezolanos necesitan comer y Maduro no puede seguir sacrificando a su pueblo. Si se quiebran las filas chavistas, el revocatoria puede llegar antes de lo imaginado.