En el conjunto de los poderes públicos que constituyen el orden político institucional español no existe un solo organismo que diseñe, gestione y coordine políticas dirigidas específicamente a la familia. En el contexto político europeo, Alemania es el país que cuenta con un Ministerio de Familia, mientras que en la mayor parte de los países de la Unión los asuntos de familia están incluidos en Servicios Sociales, Inclusión Social, o Trabajo e Igualdad.Es muy cierto que la perspectiva de familia como criterio para el diseño de políticas públicas puede desarrollarse de modo transversal y asumirse en todos los Ministerios que conforman el Ejecutivo español. Sin embargo no parece que esto sea lo que ha dominado la política española hasta nuestros días. El Foro de la Familia ha insistido en este asunto por activa y por pasiva. Su último pronunciamiento se produjo ayer, antes de conocerse la composición del nuevo Ejecutivo.España no contará tampoco en esta ocasión con un Ministerio de Familia, como tampoco ningún Gobierno autonómico cuenta con una Consejería de Familia. Va siendo hora de asumir este desafío con inteligencia y perspectiva de futuro. La familia educa para la integración y la cohesión social, así como vertebra la identidad personal de los ciudadanos. No se trata de una antigualla, sino de una institución social, sujeto de derechos y deberes que merece el mejor y más efectivo cuidado institucional.