Sin duda la situación en Cataluña requiere más diálogo, pero para poder dialogar es necesario que a las cosas se les llame por su nombre. La presidenta del Parlament, La declaración de Carmen Forcadell ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña no es un ataque a la democracia. Forcadell puede defender sus ideas en favor de la secesión. Pero no ha comparecido ante la justicia por sus ideas. Ha comparecido por que se investiga si ha desobedecido, como presidenta del Parlament de Catalunya, al órgano competente en la interpretación de la Constitución española.Hace un año, el Tribunal Constitucional anuló la resolución a favor de la independencia de Cataluña aprobada por el Parlament. Los jueces del Constitucional recordaban lo obvio: los poderes públicos, están obligados a cumplir sus resoluciones. Desobedeciendo esa sentencia, este mes de julio, el Parlament si dispuso a votar las conclusiones de una comisión de estudio que materializaban la secesión. En un auto del 19 de julio, antes de que se produjera la votación, el Constitucional le dijo a Forcadell que no podía permitirla. Las leyes se pueden cambiar, los sistemas de financiación se pueden mejorar. Pero en el momento en el que dejamos de llamar a las cosas por su nombre no hay quien pueda entenderse.